la euforia y emoción me llenaban la panza casi podía sentir que vibraba, quería tirarme al piso a gritar.
Posiblemente este fue el punto en el que caí que realmente estaba aquí, por primera vez yo estaba aquí. Todo era un sueño y una pesadilla a la vez, y lo mas normal de todo esto era este lugar, mi tan odiado y evitado lugar. La escuela.
Entre a una de las habitaciones sin tocar y todos levantaron la vista de lo que estaban haciendo para observarme.
Venía tan inmersamente emocionada en el avistaje de aulas que entre derecho y sin tocar.
Al parar mi vista me tope con 20 ojos que me miraban silenciosamente.
-L-lo siento esto es química? - dije tratando de encontrar a Peter, Ned o Mj sin éxito.
- Así es... - se acerco a su escritorio, movió unos papeles y volvió su vista hacia mí - Stark cierto?
- Si - y de repente pude ver casi al fondo del salón la cabeza de Peter levantándose de entre la pantalla de una computadora
- Déjame ver... - agregó levantando su cuello sobre la clase tratando de divisar un asiento libre. - Siéntate al lado de Peter, el te pondrá al corriente. - enseguida Peter lanzo al piso su mochila, la cual se encontraba posada en el asiento junto al suyo.
Camine en total silencio hacia el asiento del fondo y me senté bajo la mirada punzante del aula.
Tome asiento bajo la tenue mirada de Peter, podía ver como sus ojos se abalanzaban por su reojo tratando seguir la clase y a su vez cada movimiento que daba antes de sentarme.
Y al hacerlo en su computadora divise por mi reojo un video de el mismo grabado desde el celular de alguien que presencio esa escena y lo subío a youtube.
- ¿miras videos de ti mismo? - le cuestione casi susurrando y en un tono burlón.
-¿que? ¡no!, d-di-digo no, solo miraba... al ladrón,... haber quien podría ser... ya sabes...
- Claaaaaro, entiendo, entiendo, es normal, todos lo hacemos todo el tiempo no te preocupes. - le respondí sarcásticamente.
La clase transcurrió normal (osea yo divagando por mi memoria visual y escenarios falsos). la campana sonó y a esta la acompaño mi tan temido "cambio de hora" osea cambiar de salón porque ahora continuaba una clase diferente.
- Peter? - dije mientras juntaba mis cosas del banco.
- mh? - me respondió con la vista inmersa en la pizarra.
Había notado que mientras disfrutaba de mirarse columpiándose por los techos tomaba notas apresuradas de la clase, tenía el tan anhelando don de la atención mixta o multitasking , no había copiado absolutamente nada del pizarrón pues lo distraerían de verse a el mismo.
Al terminar la clase comenzó a meter apresuradamente las cosas en su mochila mientras le daba un escaneo mental a la teoría escrita en el pizarrón la cual repasaría luego en su casa, pero claro todo esto lo entendería tiempo después.
Las personas normales (trastornadas) no poseemos esa habilidad, menos si lo que tenemos es toc y ansiedad, mi cabeza estallaría.
Tengo el dulce problema (ansiedad) de no estar nunca segura si mi cabeza le hizo un escaneo seguro a un escenario, o se distorsionó con el tiempo, los recuerdos y mi POTENTE imaginación (una segura esquizofrenia no diagnosticada 😍)
Y aquí es donde entra el toc, tengo que volver en mis propios pasos a asegurarme que mi cabeza escaneo todo correctamente...
un recuerdo en ejemplo
me encontraba a la madrugada en la cocina hirviendo agua para un té cuando de pronto no me apeteció beberlo en ese mismo lugar.
Decidí que sería buena idea tomarlo en mi habitación, y mirar 20 momentos larry captados por los fans.
mientras subía las escaleras con el té en la mano, rogando que si se caía un chorro de té hirviendo no sea en mi pie descalzo, trataba de recordar si había cerrado la llave de paso del gas, pero mi cerebro nadaba en florida y mis recuerdos adormecían.
Esos hijos de puta se presentaban en los peores momentos, juntándose con lo que me allá sucedido en ese instante y cooperando en mi destrucción emocional.
Me quede parada allí invirtiendo fuerzas en recordar.
me pare dura donde me encontraba (las escaleras y en medio de la oscuridad) y apoye temblorosamente la taza de té en un escalón.
Baje apresuradamente las escaleras, porque aunque estaba segura de que no deje abierta la hornalla donde había hervido el agua del té, según mi ansiedad si había dejado abierta la llave de paso del gas.
Y aunque las posibilidades de explotar eran bajas, la ansiedad me carcomía el casco del cerebro. Recordándome que las peores cosas me pasaban a mi...
llegue en puntitas de pie hasta la llave de paso y en medio de la oscuridad la manosee desesperadamente como un hombre promedio manosearía a una vagina y comprobé que se encontraba cerrada.
Una especie de alivio y enojo relajo mi cuerpo y me di la vuelta enfilando a la escalera cuando de pronto escuche rodar a toda velocidad una bolsa de escombros haciendo volar té caliente y pedazos cerámica de la taza por todas partes.
Camine otra vez en puntas de pie hacia el interruptor a un costado del fin de las escalera rogando no pisar un trozo de cerámica pues necesitaba los pies para auto sabotearme por la mañana.
Y encontré al novio de mi madre retorciéndose como un gusano en el piso mientras a su vez sostenía su cabeza con las manos quejándose adolorido.
incline mi cabeza para apreciar mejor su sufrimiento y meneo constante.
-Llam-Llama a tu madre creo que me quebré el cuello, no siento la cabeza - lloriqueo la pequeña lombriz a mis pies.
- Eso no tiene sentido porqu-
-¡QUE LA LLAMES! - gritó desesperado impidiéndome terminar mi explicación.
- voy... - comencé a subir cuidadosamente esquivando cada mini pedacito de cerámico quebrado y repartido a lo largo y ancho de las escaleras.
- ¡NIÑA DATE PRISA ESTOY ARRIBA DE PEDAZOS DE VIDRIO!... SANTO CIELO NO SIENTO LAS PUNTAS DE LAS EXTREMIDADES - grito entre algunos exagerados sollozos.
- oki - le conteste mientras no le despegaba la vista a los escalones.
Llegue hasta el final y me pare al lado del interruptor, me gire para apreciar la bella y ruidosa pintura que había ocasionado mi tacita de té. Y volví mi vista al pasillo que repartían las habitaciones a su largo pero no sin antes permitirle a mis dedos tocar el interruptor que dejaría a Danield recostado en la oscuridad.
Me conducí en pasos largos hasta la puerta de mi habitación y me lance sobre la cama.
- Sabes como saber que salón me toca? - largue sin pensar
- ... ¿te refieres a? - me miro confundido e incrédulo.
