Luzborn ABO month

20. Nido (Construcción del...) I

Como anotación antes de solo quiero decir que no me tomé literal la parte del "nido" y lo usé más bien como una metáfora, cualquier duda o inquietud no duden en preguntar.

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Y cumplió.

No tuvo ningún acercamiento no solicitado, lo trató como a cualquier compañero y los días pasaron con normalidad.

Luzu se negó a tirar el ramo aun y cuando las rosas comenzaron a perder todos los pétalos, cuando aceptó que ya no tenía caso se conformó con leer y releer la nota que venía con ellas:

"He estado pensando mucho en ti."

—Qué hijo de puta—

Rio, sosteniendo con fuerza la pequeña tarjeta. Había pasado casi un mes desde su ciclo estral, considerando que mantuvo su palabra de respetar el espacio del castaño quizás si había su aroma atrayendo al alfa...pero no quería que lo tratase como a los demás, no quería que mantuviera la distancia. Quería ir a por café, las charlas, los roces...su olor a tabaco.

¿Realmente se probaba algo con aquello o solo lo estaba torturando?

Quizás solo había perdido por completo el interés.

Días después al tomar sus libros para ir a la siguiente aula, notando cómo todo se quedaba vacío, suspiró al ver de reojo a Reborn sitios atrás, hablando con Rabis. Al recoger sus pertenencias algo resbaló al suelo, aunque quiso recuperarle al momento alguien le ganó la carrera.

Los colores se le subieron al rostro al notar la sonrisa engreída del de ojos oscuros al notar que era la tarjeta que había enviado semanas antes. Se la regresó, Luzu no quería verlo de frente.

—Aún sigo pensando mucho en ti—

Los ojos azules chocaron contra los negros a la vez que sintió como si hubiera recibido un cañonazo en el pecho. Quiso hacer muchas preguntas, pero al final solo supo que el rostro del otro comenzó a acercarse y que fue él quien terminó acortando la distancia y retuvo al más alto aferrándose a su abrigo, queriendo embriagarse de su olor, del tacto de los labios contra los suyos y el sabor de éstos, como si hubiera esperado aquello por demasiado tiempo...quizás así era.

Lo soltó, separándose algo avergonzado al caer en cuenta de sus actos, pero la mano del más alto no se movió de su mejilla mientras soltaba una risita seguida de un "Jo-der".

—¡Alfin! — fueron interrumpidos por el sonido de aplausos de Rubius, quien seguíasentado, con los pies en el respaldo del asiento de enfrente, haciendo sonidosde victoria —Quizás ahora al fin le mejore el humor al hijo de puta y quierajugar LOL con Achoche y conmigo—.