31. Colmillos

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Mónica fue a aquel edificio solo porque Luzu se lo pidió...porque se lo pidió por favor y le juró que le ayudaría con la fabricación de sus próximas maquetas. No que no la ayudara siempre si ella se lo pedía, pero se vio en la necesidad de hacerse del rogar.

En primer lugar se preguntó por qué no se lo había pedido a Lana, quien hubiera aceptado con mucha más facilidad, pero apenas sintió el ambiente del sitio pudo sospechar la razón. Al bajar del elevador su nariz se arrugó y la hizo levantar los labios de forma involuntaria, mostrando los colmillos para luego aclararse la garganta y relajar el gesto.

—Más vale que no te estés exponiendo ¿entendido? — se rehusó a entrar por el agua, café o té que el castaño le ofreció, el olor a alfa era insoportable, haciendo saltar su instinto de pelea/huida.

—Sabes que no— ella levantó una ceja en señal de incredulidad.

—¿Te quedarás todo el fin de semana? —

—Si, por eso te pedí estas cosas— ropa y sus cosas de la universidad.

—¿Tienes alguna gargantilla? — vio la cara de bochorno del ojiazul.

—¡Joder Nica! — ella rio con los labios apretados.

—No está de más, cierra bien la puerta honey—

Mónica suspiró entrando a su coche. No desconfiaba de Reborn en realidad, bueno, un poco, viviendo rodeada de omegas siempre les habían enseñado a desconfiar de alfas, pero no era eso lo que le generaba malestar.

Luzu no había permitido que su madre o Lana fueran a aquel lugar saturado de esencia de, al menos, tres alfas distintos, la nariz aun no dejaba de picarle después de usar el ascensor y unos apartamentos antes de su destino olía a vodka que te cagabas, pero solo en la puerta, muestra de un alfa marcando sus límites, intentando alejar el aroma intruso.

Incluso ella de forma casi inconsciente libero un aroma a mentol tan intenso que Lana se lo haría saber cuando pasara por ella más tarde, pero es que sintió el impulso de mostrar sus colmillos y gruñir al toparse con alguien en el pasillo, estando segura de que era el dueño de aquel olor que entraba en batalla con el de Reborn y hacía inaguantable el ambiente de aquel sitio.

Luzborn ABO monthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora