26. Gruñido II

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Despertó sintiendo que había descansado como nunca, abrazó un momento la almohada, percatándose del olor del café que aún quedaba allí. Se enderezó preguntándose si Luzu estaría en el baño o habría ido por algo para comer, no solía quedarse dormido más rato que el otro, por lo general era al revés.

Se puso de pie, poniéndose unos pantalones de ejercicio cualquiera y oyó que la puerta se abría, seguido de sonidos de bolsas de papel y que la puerta se cerraba de nuevo.

—¿Bajaste a hacer compras? —

—Era hora de que comiéramos algo decente— Reborn resopló.

—Lo dices como si la pizza y las hamburguesas no fueran decentes— el castaño rio.

El de cabellos oscuros lo vio con su suéter puesto y no pudo contenerse de abrazarlo por detrás, besando su cuello, dándose cuenta de que el collar seguía allí...entonces detectó algo.

—¿Te topaste con alguien? —

—¿Uh? Si, pero no te preocupes, no dejé que vieran la gargantilla— dijo el ojiazul con los colores subiéndosele al rostro mientras seguía sacando cosas de las bolsas —solo fueron la señora de la tienda y un vecino tuyo— dejó descansar la barbilla en el hombro del otro, viéndolo descargar las cosas antes de preguntarle qué quería que hicieran para comer.

La sonrisa y el olor del castaño lo relajaban, pero no podía quitarse el asunto de la cabeza. Cuando un alfa quiere dejar claro que está cortejando a un omega lo marca con su olor, pero hay quienes lo hacen sin consentimiento del otro, como si quisieran marcarlos para que otros alfas no se acerquen.

Por ello se recargó en el ojiazul, dando besos ocasionales en su nuca y mejillas, haciéndolo reír mientras cocinaban. Porque un alfa había liberado su aroma alrededor de él, con toda intención de que fuera notado por otro igual, como una especie de provocación, que aunque leve podía sentirla, sobre todo porque tenía un olfato delicado...más si se trataba del castaño.

Hablaría de ello con Luzu, pero de momento no quería amargar el desayuno, se contentaba con quitarle toda la peste a paprika de encima.

Luzborn ABO monthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora