Capítulo 3

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― Lamento haber dicho algo que te hizo llorar.

Reinhard se había disculpa por enésima vez. Asia levanto sus manos, mientras sonreí nerviosa.

― No te preocupes, soy yo la que debería de disculparse por ponerse a llorar por algo insignificante.

Asia dijo avergonzada.

― No, yo soy el que se debe de disculpar, si hubiera elegido mejor mis palabras.

― No, yo me debo de disculpar por haber llorado por una pregunta.

― No, yo me debo de disculpar por haber preguntado.

― No, yo me debo de disculpar por haber . . .

― . . . . .

Ambos niños rieron ligeramente, estaban sentados en el suelo de madera, la ventana de la habitación fue abierta para dejar que el aire fresco entrara.

― Entonces Reinhard, porque me preguntaste eso.

― Oh, bueno, la verdad es que note que tenías una habilidad especial, y quiera hablar contigo sobre eso, claro solo si quieres, no deseo que te sientas obligada o algo así, oh. . .espera debería de decir por favor primero, ¿no?

― Jejeje, no te preocupes Reinhard, si realmente quieres saber entonces yo. . . si eres tú, no tengo ningún problema en hablar de eso.

― ¿Enserio está bien?

Asia asintió con una sonrisa.

― Bueno, entonces ¿Cuál es tu bendición divina?

― mmm, curar a los demás. .

― ¿Curar?, me puedes mostrar.

― . . . No creo que sea posible, solo lo puede usar una vez para curar a un cachorro que estaba cerca de la iglesia lastimado . . . siento ser una inútil.

Reinhard negó con la cabeza.

― No te preocupes, es un poder asombroso, poder curar a los demás. ― Reinhard dijo con una sonrisa. ― casi estoy celoso. . .

El murmuro en un tono bajo, luego pregunto en un tomo amable.

― Entonces sobre tu habilidad, que dijo Vanessa-san sobre eso.

― ¿san?

― Ah, es una forma de mostrarle respeto a alguien que me enseñaron en mi hogar, por favor no lo tomes en cuenta.

El pelirrojo explico.

― Oh, enserio. Bueno, ella me dijo que era bendición divina que el señor me había dado para servirle. También me dijo que unas personas de la iglesia vendrían en unos días para llevarme a un lugar especial.

― ¿Personas de la iglesia?

Pregunto el chico.

― Sí, eso fue lo de dijo ella . . .

― Ya veo.

Reinhard llevo una mano a su mentó, mientras comenzaba a analizar todo.

― Reinhard, puedo preguntarte algo. . .

― Uh, por supuesto, ¿Cuál es tu pregunta?

― (¿Por qué no me miras como los demás?) ― Ella pensó, y por un momento vacilo, naturalmente Asia quería hacer esa pregunta, porque un parte de ella quería saber porque este chico podía seguir viéndola como una niña, incluso después de saber de su bendición. ― ¿Por qué te interesa saber de mi bendición?

Reinhard Van Astrea en DXDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora