Reinhard Van Astrea en DXD

Capítulo 9

Reinhard inclino su cabeza mientras sostenía una espada de madera. La espada se sentía como una parte de cuerpo, era como si cada fibra de su ser estuviera conectada a la hoja, como si pudiera sentir cada centímetro de ella. Cerró los ojos por un momento, respirando profundamente y dejando que su mente se concentre en la sensación de la espada.

El balanceo su espada hacia arriba y hacia abajo un par de veces. Se detuvo y la miró con una expresión extraña en su rostro.

Sonrió ligeramente y se giró para mirar a Jeanne, que estaba sosteniendo su propia espada, ella estaba usando pantalones de color negro y una camisa de color blanco.

Jeanne parecía estar lista para comenzar el entrenamiento con la espada, sus ojos estaban enfocados y sus músculos tensos. El viento soplaba suavemente, agitando su cabello rubio y creando un ambiente perfecto para la práctica de la esgrima. A su alrededor, los árboles del bosque se mecían suavemente, como si estuvieran animando a los dos espadachines en su entrenamiento.

El sol se asomaba por entre las hojas de los árboles, creando un juego de sombras y luces que hacía que la escena pareciera sacada de un cuento medieval.

Sin embargo, ella aún no se disculpaba con Ofelia.

Reinhard le había dicho que viniera a esta parte de los terrenos cuando terminaran las clases, y ella, aunque dudosa acepto hacerlo.

― ¿cuando comenzamos con el entrenamiento?

― cuando llegue Ofelia y te disculpes con ella. ― Reinhard respondió con una sonrisa.

― tsk.

― pero mientras esperamos, me gustaría saber en dónde debemos de enfocar tu entrenamiento.

― ¿a que te refieres?

― bueno, creo que solo tenemos un mes o dos antes del torneo, así que creo que deberíamos de enfocarnos en que es lo que quiere lograr durante esto.

― . . . ― Jeanne pareció meditar seriamente esa cuestión, finalmente miro a Reinhard con una expresión seria. ― no quiero ser humillada por nadie.

Reinhard la miro un momento, pero finalmente asintió con un deje de seriedad en sus facciones.

― entonces por favor ten un sparring conmigo, para que me haga una idea de tu fuerza actual.

Reinhard observó atentamente a Jeanne mientras ella se preparaba para el sparring.

Su espada, que era de tamaño medio, parecía estar en perfecto estado y lista para ser usada. Reinhard la sostuvo con una mano, y la hizo girar en su mano para sentir su peso y equilibrio. Después, él se colocó en posición defensiva y esperó el ataque de Jeanne.

Una vez más una sensación de serenidad inhumana lo inundo. La sensación que tuvo cuando peleo con esos ángeles caídos, cuando peleo con su padre.

Sabía que la diferencia entre sus niveles era increíblemente grande, así que probablemente tendría que contenerse para evitar hacer algo automáticamente y lastimar a Jeanne.

Jeanne avanzó rápidamente y atacó con una serie de movimientos precisos y rápidos. Reinhard bloqueó sus golpes con su propia espada de madera, sintiendo la fuerza de cada impacto Reinhard noto que le faltaba mucha fuerza.

Él bloqueaba cada golpe con facilidad, pero no realizó ningún ataque, solo quiera seguir recibiendo los ataques de la chica y entender cuál era su nivel.

Jeanne no parecía ser capaz de encontrar una apertura en la defensa de Reinhard, pero no se detuvo. Ella seguía intentando con fuerza.

Reinhard, sin embargo, parecía estar en control total de la situación. Él mantuvo su distancia y bloqueó cada golpe de Jeanne, mientras evaluaba su nivel de habilidad y fuerza.