Capítulo 11

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Estaba caminando.

Sus pies estaban descansos, y podía sentir el frio y duro suelo debajo de ellos, dolía un poco.

¿A dónde se dirigía?

No lo sabía.

Sentía frio.

Peros supo que esa era el menor de sus problemas.

Estaba mirando al suelo.

Una mar de voces se extendía por el aire, los gritos llenos de rencor y odio, golpeaban su pequeño y delgado cuerpo, con una fuerza abrumadora, su corazón dolía en su pecho. La cacofonía odio se alzaba sobre ella y la cubrían.

Sus sentidos estaban confusos.

Pero seguía caminando.

Tropezó ligeramente, y cayó al suelo.

Porque sus piernas se sentían tan débiles, porque se sentía tanta debilidad.

No lo sabía, pero alguien la levanto con brusquedad, sintió dolor cuando su brazo fue zarandeado con fuerza y obligada a pararse, sobre sus débiles y delgadas piernas.

Una voz enojada le grito en su odio.

"Bruja"

Una sola palabra.

Fue increíble como esa sola palabra, ocasiono un dolor muchas más grande que cualquier otra maldición que pudo haber sido dirigida hacia ella.

Dolía.

Dolía terriblemente.

Entonces la cacofonía que la rodeaba se aclaró, pero lo que pudo escuchar no la hizo sentir mejor.

"Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja" "Bruja"

Las voces, de hombres, mujeres, niños y ancianos, todos decían lo mismo, con exactamente la misma cantidad de odio en sus voces.

Cuando alzo la vista lo vio.

Alzándose imponente entre un monto de madera y paja estaba un tronco de madera.

Su corazón comenzó a latir con más fuerza, y apretó lo único que le deba consuelo, una pequeña cruz de madera que había logrado llevar consigo en todo momento.

Su corazón latía con fuerza, tan rápido que parecía a punto de estallar.

Pero ella siguió caminando.

Hacia su muerte . . .

.

.

.

.

.

.

Cuando abrió sus ojos, intento soltar un grito, pero no pudo hacerlo, solo pudo soltar un jadeo y llevar sus manos a su cuello.

El sudor corría por todo su cuerpo y podía sentir su corazón latiendo con fuerza.

¿Qué había sido ese sueño . . . no, mejor dicho, pesadilla?

Llevo sus manos a sus oídos intentando bloquear los gritos de odio que aun resonaban en sus tímpanos.

Jeanne, tardo unos minutos en calmarse y cuando lo hizo no se sintió mejor.

Apretó las mantas delgadas debajo de sus manos con fuerza mientras miraba hacia sus piernas, las pesadillas se estaban volviendo más frecuentes, siempre era ella, débil, afligida, abrumada, siempre caminando hacia su muerte.

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⏰ Última actualización: Jun 01 ⏰

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Reinhard Van Astrea en DXDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora