padrino en renta | ineffable husbands

Quizá es amor a primera vista

[horas antes]

"Veo que el señor Anthony decidió acompañarnos finalmente" murmuró el profesor Fell desde su silla en aquel silencioso lugar.

"Lo miento. Lluvia, nada de transporte y traje el... la cosa que pidió" Anthony deslizó el libro sobre el escritorio de madera y se apresuró a subir la escalera hacia su asiento.

"Le he dicho que debe tratar de darle sentido a lo que dice antes de hablar" respondió Gabriel con una sonrisa burlona.

Anthony se detuvo en seco. Gabriel no se había atrevido a mencionarlo de nuevo.

"¿Qué dijo?" El pelirrojo apretó sus puños y sus dientes, tratando de contenerse.

"Tiene dislexia y usted lo sabe" La boca abierta de Gabriel volvió a cerrarse antes de que pudiese hablar antes de que una voz del fondo del aula lo interrumpiera.

"¿Qué dijiste?" Cuestionó Gabriel amenazante antes de levantarse y subir sus mangas.

"Dije que el pobre hombre tiene dislexia. Usted lo sabe y aún así usted está tratando de humillarlo de nuevo frente a esta bola de imbéciles que se encargarán de seguir humillandolo cuando usted termine"

Anthony reaccionó finalmente y giró su cabeza en dirección a la voz que lo defendía. Era Beelzebub.

"Beelzebub Prince. Conocida por su irreverencia. No me sorprende, señorita"

Las palabras hirientes de Gabriel ya no importaban. Las miradas de Anthony y Beelzebub se cruzaron y el pelirrojo sonrió agradecido. La de ojos celestes le devolvió la sonrisa, y lo demás pasó después.

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"Hoy hablaremos de la diversidad de los microorganismos para estudiar cada uno de ellos más a fondo, específicamente de la botánica. Creo que este tema le interesará a varios en la clase" El profesor Gabriel Fell caminaba de un lado al otro en la tarima del auditorio, llamando la atención de cada persona sentada con sus pasos casi hipnóticos.

Al mencionar el tema de la botánica, el hombre de ojos violetas (que nadie nunca se atrevió a mencionar) fijó su mirada en Anthony Crowley, y sonrió. El pelirrojo pasó saliva visiblemente. Esa nunca era una buena señal.

"No confíen sólo en lo que ven sus ojos. Todo va más allá de las hojas verdes y las flores que llenan nuestra visión, y quiero que desarrollen esta habilidad. Espero que salgan de aquí convertidos en un microscopio humano" Gabriel rió por lo bajo, y se alcanzaron a escuchar algunas risitas consternadas al fondo de las gradas ante el inusual y repentino cambio de humor del profesor.

Anthony tamborileaba sus dedos en la mesa, mientras su lápiz reposaba sobre su libreta, viendo innecesario tomar apuntes de las vacías palabras de Gabriel. Era la introducción a un tema nuevo, y esto solo significaba que el profesor les daría unas cuantas palabras falsas de motivación para volverlos a esclavizar con tareas, exposiciones y proyectos durante todo un semestre. El pelirrojo suspiró exasperado y miró el reloj. No podía esperar para salir de ahí.

"Creo que un tema bastante bueno para empezar en esto es la fisiología vegetal, ya que estamos un poco familiarizados con la microbiología, ¿qué les parece?"

Lo dice como si fuera a aceptar alguna opinión. Pensó Anthony molesto.

Y justo en el momento en el que estaba listo para rendirse, huir del país y montar un negocio de spa en las Bahamas, la campana sonó y la sonrisa de Gabriel desapareció.

Quizá fue por obra de Anathema, por casualidad o manifestación, pero el pelirrojo solo tuvo tiempo de agradecerle al universo, tomar su bolso y salir corriendo de ahí.