Lan Xichen no quiere nada más que ver feliz a su hermano pequeño, especialmente si eso significa entrometerse un poco. A Lan Wangji no le importa demasiado, siempre y cuando su hermano le deje pasar el rato en la panadería
ⓘHistoria original: TheUni...
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Cuando Lan Wangji se despierta, se encuentra con su nuevo amigo de peluche, sentado plácidamente en la mesilla de noche. Contempla el conejito, mirando sus ojitos brillantes, e ignora por completo el sonido de su alarma.
Es cautelosamente optimista. Con lo que ha dicho Nie Huaisang, puede que tenga una oportunidad con Wei Wuxian, así que tendrá que intentar seguir desarrollando su relación y, con suerte, conocer los sentimientos de Wei Wuxian hacia él.
Finalmente, busca a tientas su teléfono, apaga la alarma y se levanta de la cama. El aire de la mañana es fresco y reprime las ganas de temblar. Tendrá que subir la calefacción. Sale al pasillo para hacerlo y se retira al armario.
A Wei Wuxian le gustan las cosas bonitas. La mano de obra delicada, los diseños adornados, como las bufandas que habían visto el otro día. Cuando Lan Wangji piensa en ropa bonita, piensa en sus túnicas, pero eso no es precisamente la mejor opción para el uso diario por aquí. Lan Wangji era demasiado joven para recordarlo, pero sabe que Lan Xichen había sido acosado por llevar túnica durante su breve paso por la escuela pública cuando era niño. Por eso su tío había insistido, en contra de los deseos de su padre, en comprarles ropa de estilo occidental, además de las túnicas que llevaban en la casa familiar.
Así que las túnicas son un no definitivo, pero tiene un bonito vestido abotonado con encaje transparente desde los hombros hasta las clavículas, y cree que podría ser el tipo de cosa bonita que le gustaría a Wei Wuxian. No se siente muy cómodo mostrando tanta piel, incluso a través del encaje, así que se envuelve en una de sus chaquetas de punto más largas, abrochando algunos botones para mantenerla cerrada. El encaje sigue siendo visible en la parte delantera, lo cual es un poco atrevido para él, pero cree que estará bien.
Termina de vestirse y se dirige al baño. Puede oír movimiento al final del pasillo, lo que debe significar que Nie Mingjue está fuera del trabajo hoy. Lan Wangji espera no haberlo despertado. Pero pronto oye el sonido de la máquina de café, lo que significa que Nie Mingjue se ha levantado, para bien o para mal.
Sigue su rutina básica antes de arreglarse el pelo, lavarse la cara y cepillarse los dientes. Se recoge el pelo, sujetándolo rápidamente con una pinza. Se queda mirando su reflejo durante un instante antes de volver a quitárselo. Quiere tener un buen aspecto. Esta esperanza recién sembrada, plantada por Nie Huaisang, le ha inspirado para intentar estar guapo esta mañana.
No está muy seguro de qué hacer con él.
"Da-ge", llama Lan Wangji, asomando la cabeza desde el baño, "¿puedes trenzarme el pelo?"
"¿Eh?" Nie Mingjue sale de la cocina, con los ojos casi cerrados.
"¿Puedes trenzarme el pelo?" Lan Wangji repite.
"Sí. Sí, claro, lo que sea". Nie Mingjue se frota los ojos. "Sólo déjame tomar mi café primero, ¿de acuerdo?"
"Mn." Lan Wangji se mira en el espejo por un segundo más. ¿Acaso peinarse y vestirse bien es suficiente para distraer la atención de sus defectos físicos? Se pellizca las mejillas, pellizcando el rollo de grasa que se forma en la parte superior de su cintura. Será mejor que no vuelva a engordar. Es lo último que necesita si quiere impresionar a Wei Wuxian.
