Lan Xichen no quiere nada más que ver feliz a su hermano pequeño, especialmente si eso significa entrometerse un poco. A Lan Wangji no le importa demasiado, siempre y cuando su hermano le deje pasar el rato en la panadería
ⓘHistoria original: TheUni...
Los días largos pueden ser estresantes, pero puede haber belleza en sus momentos.
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Lan Wangji se despierta en la oscuridad y con el corazón acelerado, con un grito sin palabras atrapado en su garganta mientras se levanta de golpe en la cama. Una pesadilla, se da cuenta, mareado y apenas consciente, los detalles del sueño ya se le escapan mientras se sienta y tiembla en la cama, el pecho agitado con cada respiración, los dedos apretados alrededor de su brazalete de cinta como si quisiera arrancárselo de la muñeca.
En cuanto su respiración se calma lo suficiente como para sentirse un poco más estable, coge su teléfono, entrecierra los ojos en la pantalla demasiado brillante y se olvida inmediatamente de la hora que es en cuanto deja el teléfono. Suspira temblorosamente y se frota el pecho distraídamente mientras siente que el corazón le martillea el esternón.
Las pesadillas no le molestan a menudo. Despertarse en tal estado de pánico hace que olvide gran parte de los detalles, pero sus pesadillas suelen ser bastante parecidas, y suelen girar en torno a la pérdida de las personas más cercanas a él o, con menos frecuencia, a ser encontrado por Su Minshan. El sueño de esta noche era de pérdida, está bastante seguro. Un fuego, piensa. Recuerda el calor intenso, la sensación de no poder respirar con facilidad y poco más.
Se pone en pie, con las rodillas un poco débiles, y sale al pasillo. Esos sueños suelen ser producto del estrés, y se imagina que la culpa de haber destruido el trabajo de su hermano ha sido suficiente, además del estrés cotidiano, para llevarle más allá de su límite y hacer que su subconsciente le atormente así.
Se queda en el pasillo por un largo momento, escuchando la puerta del otro lado del pasillo. Todavía puede oír los suaves ronquidos de Nie Mingjue, y es un bálsamo para su atribulado corazón saber que su sueño no se ve alterado. Parece lo suficientemente oscuro como para que Lan Xichen esté todavía en la cama, así que es probable que esté acurrucado muy felizmente alrededor de Nie Mingjue, acurrucado, todo acogedor y cálido. La imagen trae un poco de satisfacción a Lan Wangji, y exhala lentamente, dirigiéndose al baño.
Cuando enciende el interruptor de la luz, la repentina luminosidad es suficiente para hacerle una mueca, pero sus ojos se adaptan rápidamente. Su rostro sigue un poco pálido, sus ojos redondos y oscuros. Se da unas palmaditas en las mejillas, lo que hace que se sonrojen un poco. Eso parece un poco más normal.
Abre los grifos y se lava la cara en el fregadero, consolándose con los movimientos repetitivos, y luego casi salta de su piel cuando de repente hay manos en sus hombros.
"¿Estás bien, cariño?" Lan Xichen pregunta suavemente, dándole un suave apretón en los hombros. "Te he oído levantarte".
Lan Wangji deja escapar una respiración contenida, la repentina oleada de adrenalina se desvanece. "Un sueño, nada más", promete. "Volveré a dormir".
"Pobrecito", murmura Lan Xichen, abrazándolo por detrás y apoyando la barbilla en su hombro. "No has tenido muchos problemas con las pesadillas desde el fallecimiento de padre... ¿Te preocupa algo?".
