Lan Xichen no quiere nada más que ver feliz a su hermano pequeño, especialmente si eso significa entrometerse un poco. A Lan Wangji no le importa demasiado, siempre y cuando su hermano le deje pasar el rato en la panadería
ⓘHistoria original: TheUni...
La influencia de los demás puede hacer que las cosas se pongan en su sitio.
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Lan Wangji se despierta muy temprano a propósito, y enseguida se arrepiente.
Se estremece y se envuelve en las mantas mientras se apoya somnoliento en la almohada. Esperaba despertarse así de temprano, anticipándose a su alarma, que era un efecto secundario del cambio de horario. Su plan había sido, en caso de encontrarse en esta situación, levantarse y prepararse temprano, hacer el desayuno para los tres, y luego dedicar algo de tiempo a ocuparse de más revisiones preliminares y de cualquier tarea que necesitara completar, ya sea tareas o preparación de la comida.
Pero hace mucho frío. Seguro que puede permitirse unos minutos más en la cama, bien arropado por sus cálidas mantas. Su hermano sigue en la ducha, puede oír el agua correr. Hay tiempo. Sólo un poco más de tiempo. Sólo cerrará los ojos un momento más...
De repente, Lan Wangji se despierta de golpe y ya ha pasado demasiado tiempo. Busca a tientas su teléfono, suspirando fuertemente cuando ve la hora que es. Lan Xichen se habrá ido hace tiempo en este momento. No tarda en arruinar el plan.
Cuando se levanta de la cama, lleva su manta consigo, envuelta alrededor de sus hombros como una capa mientras sale a ajustar el termostato. Hace demasiado frío en el apartamento esta mañana. Es una locura, en realidad.
De mala gana, se desprende de su manta en favor de vestirse para el día. Quiere abrigarse bien para hoy, ya que tiene que ir andando a la cafetería. Revisa el contenido de su armario, tratando de decidir qué quiere ponerse. Decide que se pondrá una capa de ropa para estar más abrigado, y se pone una camisa de manga larga lisa antes de ponerse un jersey por encima. Este jersey es un poco más pesado que la mayoría de los que tiene en su armario, y tiene una bonita foca bordada. Le mantendrá cómodamente abrigado sin que haga demasiado calor para llevarlo dentro de casa. Tampoco le queda mal, es algo apropiado para este encuentro con Mianmian. Termina de vestirse, con unos suaves calcetines de felpa y un par de pantalones oscuros, antes de dirigirse a la cocina. Todavía tiene tiempo de cocinar para él y para Nie Mingjue, al menos.
Le hace sentir un poco mejor saber que puede hacerlo, al menos. Hace una rápida inspección de la cocina, determinando lo que tienen a mano, antes de decidirse por una receta.
Algo un poco diferente hoy, piensa. Se estira sobre las puntas de los pies mientras coge los ingredientes deseados de la alacena y los deja sobre la encimera mientras coge un bol y se dirige a la nevera. Pone unos huevos en el bol y los sigue con una cantidad cuidadosamente medida de su leche de soja. Un poco de canela y nuez moscada, un chorrito de extracto de vainilla y una pizca de sal antes de batir la mezcla. El olor no es del todo dulce, sino rico y empalagoso, y le da hambre.
Con la mezcla preparada, engrasa ligeramente una sartén y la pone al fuego, dejando que se caliente ligeramente mientras va a buscar un poco de pan. No es difícil mantener un pan bueno y fresco en la casa, ya que Lan Xichen puede traerlo a casa cada vez que lo necesitan, y aún queda una porción de una hogaza sin congelar de hace dos días. Es ideal, ya no es tan fresco como podría ser. Lan Wangji ha aprendido que, de este modo, el pan absorbe mejor la mezcla líquida que si está fresco y recién hecho.
