Lan Xichen no quiere nada más que ver feliz a su hermano pequeño, especialmente si eso significa entrometerse un poco. A Lan Wangji no le importa demasiado, siempre y cuando su hermano le deje pasar el rato en la panadería
ⓘHistoria original: TheUni...
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Lan Wangji se despierta cuando golpea una mesa con la cara.
Hace un sonido de sobresalto que probablemente habría sido una maldición si tuviera la costumbre de maldecir, se sacude hacia atrás y casi se cae. Eso duele.
Se tambalea momentáneamente, intentando recuperar el equilibrio. Hay mucha luz de repente. Todas las luces siguen encendidas. Nadie las apagó anoche. Lan Wangji entrecierra los ojos ante la repentina luminosidad, tratando de ignorar el agudo dolor que siente en la frente.
Parece que su repentino grito ha despertado a su hermano dormido. Lan Xichen empieza a revolverse en el regazo de Nie Mingjue, murmurando algo inaudible mientras se incorpora, frotándose los ojos cansados. Nie Mingjue permanece imperturbable, con la cabeza inclinada hacia atrás y la boca ligeramente abierta.
Lan Wangji se pregunta qué hora es. ¿Sigue siendo de noche? ¿O se han quedado dormidos hasta la mañana siguiente? Decide esperar a su saludo de buenos días por el momento mientras Lan Xichen se pasa la mano por la comisura de los labios, entrecerrando los ojos a través de la brillante luz.
Tan pronto como ilumina a Lan Wangji, toda la nubosidad del sueño desaparece de él. Se estremece tanto que casi se cae del sofá.
"¿Dada?" pregunta Lan Wangji, parpadeando hacia él.
"Oh, Dios mío," Lan Xichen respira, con la cara blanca y los ojos muy abiertos. Frenéticamente comienza a sacudir a Nie Mingjue para que se despierte. "¡Da-ge! ¡Da-ge, está sangrando, está cubierto de sangre!"
"¿Qué...? ¿Quién?" Nie Mingjue murmura, todavía casi dormido.
Lan Wangji se toca la frente, y sus dedos salen calientes y pegajosos. Realmente está sangrando. Debe haberse golpeado la cabeza con la mesa de la forma adecuada para abrirse la frente. No se siente tan mal. Le duele el lugar donde se golpeó la cabeza, pero no se siente mareado ni nada parecido. Pero no hay duda de que la sangre le corre por la cara en forma de riachuelos.
"Dada, estoy bien", intenta, pero Lan Xichen está demasiado asustado para siquiera considerar la posibilidad, todavía tratando frenéticamente de levantar a Nie Mingjue.
"¡Da-ge!" Lan Xichen parece estar a segundos de romper a llorar.
"Estoy despierto", dice Nie Mingjue, frotándose los ojos. Mira a Lan Wangji, y luego se congela. "Mierda, estás sangrando".
Lan Xichen emite un gemido incoherente.
"Estoy bien", dice Lan Wangji débilmente. "Me golpeé la cabeza, eso es todo".
"Te has abierto un poco la frente", observa Nie Mingjue. "¿Te golpeaste con el borde de la mesa? Supongo que sí, para cortarte así".
"Tienes que ayudarle", grita Lan Xichen, al borde de la histeria.
"Mariposa, está bien. Sólo es un pequeño corte. Te lo prometo". Nie Mingjue le besa en la frente. "Vamos. Ven con nosotros. Wangji, vamos a limpiarte".
