Lan Xichen no quiere nada más que ver feliz a su hermano pequeño, especialmente si eso significa entrometerse un poco. A Lan Wangji no le importa demasiado, siempre y cuando su hermano le deje pasar el rato en la panadería
ⓘHistoria original: TheUni...
Aunque la perseverancia es valiosa, también puede ser agotadora.
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Lan Wangji se levanta antes que el sol. Tiene un dolor agudo detrás de los ojos y una necesidad imperiosa de estar despierto. Si ya ha infringido el toque de queda la noche anterior, será mejor que no fuerce su suerte levantándose tarde.
Entrecierra los ojos mientras mira por la ventana, agradeciendo que el sol no haya salido tan temprano, porque con toda la nieve que hay alrededor, sería un blanco cegador. Sigue nevando, pero el suelo ya está completamente cubierto, con pequeños montones de nieve que se acumulan donde el viento no puede alisar.
Suspirando suavemente, se frota las sienes y cierra los ojos por un momento. Se siente cansado y extrañamente pesado, como si una fuerza invisible le pesara los miembros. Pero hace todo lo posible por quitárselo de encima, pellizcándose el puente de la nariz antes de ponerse su túnica de día, de tres capas de azul pálido y blanco, como corresponde a su familia. Luego coge el peine de la mesilla de noche y se sienta junto a la ventana para peinarse, consolándose con los movimientos repetitivos. Tendrá que hacer todo lo posible para aplacar la sensibilidad de su tío, para parecer filial ante él.
Con el pelo en su sitio, cruza el pasillo con pies casi silenciosos hasta el cuarto de baño, donde se lava la cara, siguiendo su rutina matutina, y se anuda la cinta alrededor de la frente, colocándola limpiamente en su sitio.
Examina su reflejo en el espejo, pensativo. Tiene el aspecto adecuado, el dolor de cabeza no es perceptible en su expresión nivelada, su pelo y su ropa están bien colocados. Esto le gustará a su tío. Hace una foto rápida para su hermano, deseándole buenos días y preguntando por su salud, pero, para su sorpresa, no hay respuesta inmediata de Lan Xichen. Los mensajes ni siquiera se leen.
Lan Wangji sacude la cabeza, tratando de negar la repentina preocupación que se agita en su pecho. Su hermano podría estar simplemente ocupado, o podría haber perdido la notificación. Ya ha ocurrido antes, aunque sólo en raras ocasiones. Tendrá que comprobarlo un poco más tarde, tal vez enviar un mensaje de seguimiento. Anoche se olvidó de poner el teléfono en el cargador, le queda muy poca batería, así que tendrá que tener cuidado con él; no quiere ponerlo en el cargador todavía, por si se pierde una respuesta de su hermano. Así que lo mete dentro del escote de su túnica más exterior.
Mientras tanto, tiene responsabilidades que cumplir. A esta hora del día, su tío estará atendiendo sus propias rutinas matutinas, pero meditará en el estudio antes de bajar a desayunar. Lan Wangji lo sabe por las numerosas ocasiones en las que ha sido llamado para tocar para él mientras meditaba junto a Lan Xichen. Lan Qiren es decididamente un animal de costumbres, y su rutina no ha cambiado en todo el tiempo que Lan Wangji le conoce. Esto le dará a Lan Wangji tiempo para preparar el desayuno y el té de la mañana para su tío.
Tal vez lo tome como una ofrenda de paz, piensa Lan Wangji con esperanza. No quiere ser objeto de la ira de su tío. Duda que evite el castigo por completo, pero tiene la esperanza de que si es diligente y filial, su tío estará demasiado cansado, sin duda sufriendo también por el clima, como para tratar de castigarlo al máximo. Tal vez copie algunas líneas. Tal vez se le pida que realice algún servicio para su tío. Pero tiene la esperanza de poder escapar de la ira de su tío.
