Lan Xichen no quiere nada más que ver feliz a su hermano pequeño, especialmente si eso significa entrometerse un poco. A Lan Wangji no le importa demasiado, siempre y cuando su hermano le deje pasar el rato en la panadería
ⓘHistoria original: TheUni...
Es importante ser consciente de las personas con las que uno se rodea.
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Se despierta lentamente al oír el sonido de su alarma, con los últimos vestigios de un sueño inquieto aún aferrados a él. Aprieta los ojos, tratando de aferrarse al sueño un momento más. Está muy cansado.
Se oye un suave gemido a su lado, y casi se sobresalta antes de recordar que está de guardia con Wei Wuxian.
Luego recuerda que está de guardia con Wei Wuxian. Todavía. De la noche anterior. Se quedó dormido mientras Wei Wuxian lo vigilaba. Oh, no. Lan Wangji se apresura a apagar el despertador y vuelve a mirar la pantalla con los ojos muy abiertos.
Para su gran alivio, Wei Wuxian sigue dormido; sólo protestaba por el sonido de la alarma. Parece estar cómodamente dispuesto, extendido en su cama, boca abajo en el colchón. Lan Wangji deja escapar un pequeño suspiro de alivio, la adrenalina desapareciendo de su cuerpo para ser reemplazada por la fatiga. Mira con cariño a la dormida Wei Wuxian antes de darse cuenta de que lo que está haciendo es probablemente un poco espeluznante, así que se detiene, terminando la llamada. Le envía a Wei Wuxian un pequeño mensaje de agradecimiento para cuando se despierte, con el corazón lleno.
Wei Wuxian realmente se quedó con él toda la noche. Wei Wuxian lo distrajo de sus ansiedades, lo ayudó a dormir, y todavía se quedó con él después de eso. Es demasiado amable. Lan Wangji debería hacer algo para recompensarle.
Se deja caer contra las almohadas con un resoplido, totalmente agotado. Anoche se quedó despierto hasta muy tarde. Quizá debería haber aceptado la oferta de su tío de pasar la noche. Siente que necesita unas cuantas horas más de sueño.
De mala gana, abre los ojos y se sienta en la cama. Todavía tiene que ir a una conferencia esta mañana. Pero tiene calor y sueño. Parece que la calefacción está encendida, observa Lan Wangji. Alguien debe haberla encendido esta mañana, ya sea su hermano o Nie Mingjue. Le dan ganas de volver a acurrucarse en sus mantas, calentito y contento, y quedarse dormido otra vez.
Pero tiene que prepararse. Se levanta de la cama a regañadientes y se dirige al armario. No quiere hacer el esfuerzo de vestirse hoy. Pero tampoco quiere parecer descuidado delante de Wei Wuxian. Rebusca entre sus jerséis y se decide por una bonita sudadera con capucha en tonos pastel con un gato en la parte delantera. Es suave, y está felizmente sobredimensionada, por lo que se ve envuelto dentro del suéter. Si lo combina con algo más recortado, un poco más elegante en la parte inferior, se ve un poco menos informal. Uno de sus mejores pares de pantalones de corte fino y sus botines, piensa. Combinado con su abrigo gris largo, parecerá al menos un poco más refinado.
Una vez vestido, se dirige al baño. Se toma el tiempo de cepillarse el pelo, al menos, y luego se lo enrosca en un moño bajo en la nuca. Utiliza sus bonitas pinzas de plata para recoger los mechones de las sienes, y así queda bien. Está bien, piensa, examinando su reflejo en el espejo. Se lava rápidamente la cara y se cepilla los dientes, hace una foto para su hermano, que le dice que está precioso, y le envía una foto suya haciendo un corazón con las manos cubiertas de harina. Lan Wangji no puede evitar sonreír al verlo. Parece algo cansado, pero su sonrisa es genuina, y Lan Wangji reconoce claramente que esas trenzas de lechera son obra de Nie Mingjue. Lan Xichen ha sido bien atendido, y eso tranquiliza el corazón de Lan Wangji.
