Hilos Centrales

Capítulo 13: Bienvenido a Gringotts

La profesora McGonagall era normalmente una bruja alta, envuelta en decoro y envuelta en la sensación de poder reprimido. Sus expresiones varias normalmente establecidas a los niños firmemente dentro de las reglas y su forma profesional le dio un gran respeto dentro de la comunidad docente.

En este momento, sin embargo, estaba sentado sobre una silla frente a un escritorio cubierto de pergamino. Los planes de lecciones para su próximo año tuvieron que actualizarse con cambios y descubrimientos en la magia de la Transfiguración, algunos de los cuales se enorgulleció de descubierto durante sus 70 años. Planes para nuevos proyectos de séptimo año, formularios para ayudar a sus pequeños leones a intentar obtener puestos en el ministerio o aprendizajes, incluso cartas cortas a viejos amigos a quienes esperaban que pudieran dar consejos para algunos de sus cargos más difíciles.

Se metió un mechón errante debajo del sombrero. Todo este trabajo, y ella ni siquiera pudo comenzarlo hasta que se tuvieron más responsabilidades de su Subdirectora. Había pasado la mayor parte de la mañana revisando docenas de cartas a nuevos estudiantes, y cada año el proceso parecía más desalentador. Un buen número de este año tuvo que ser enviado a través del sistema postal muggle y ella se vio obligada a molestar al profesor Burbage sobre el método apropiado para enviar cartas a granel. Gracias, al profesor de Estudios Muggles no le había importado la interrupción, pero Caridad siempre había sido muy querida.

Deseando otra taza de té para ayudar a mantener su dolor de cabeza suprimido, volvió a través de varias respuestas. Afortunadamente, la mayoría de las nuevas brujas y magos lograron obtener una respuesta enviada por un búho este año, por lo que solo se necesitarían unas pocas visitas domiciliarias. Tal vez podría delegar algunas, sabía que su carga de trabajo era irracionalmente alta este año.

Observó distraídamente la puerta sólida que conducía al interior del castillo. Albus Dumbledore, su intrépido líder, el líder de la luz... Negó con la cabeza. Había estado mejor por un tiempo, pero una vez más parecía muy distraído. Si el clima político no era tan volátil, ella estaría tentada de rogarle que se retirara. Una mirada sombría se posó en su rostro mientras se recostaba en su silla.

Lucius Malfoy había estado presionando mucho. Como gobernador de Hogwarts, había estado reprimiendo casi todo, desde reemplazar maestros, dar aumentos o contratar asistencia, hasta simplemente reemplazar equipos viejos como las escobas de la escuela. A pesar de lo malo que era en la arena política, el daño que estaba causando solo ser un ladrillo en la junta de gobernadores estaba perjudicando el futuro del mundo mágico mucho más.

Sus ojos brillaron con resolución. Bueno, no si pudiera evitarlo. Es cierto que tenía mejores ofertas de otros amigos, lugares con poca carga de trabajo y altos salarios... pero había cosas más importantes que el dinero. Sus ojos cansados ​​miraron atrás a una respuesta de letra de un nombre familiar. No estaba seguro de por qué no había podido recordar al hijo de su alumno favorito y uno de los cuatro bromistas más infames... pero haría todo lo que estuviera a su alcance para ayudar.

Con un movimiento de su varita, reconoció su kit de viaje muggle y se movió para cambiarse en algo menos llamativo. Cualquiera que fuera la magia que Albus le había puesto al querido Harry Potter, evidentemente se había desgastado hasta el punto en que podía recordarlo nuevamente, y valía la pena poner su trabajo en espera para ayudar al chico que los había salvado a todos.

~~~Hilos básicos~~~

Petunia estaba limpiando después del almuerzo cuando escuchó que la puerta principal golpeó con fuerza. Se secó las manos y abrió la puerta para ver a una mujer de aspecto severo con el cabello oscuro atado en un moño. Su postura era formal y llevaba una túnica oscura y abundante... y ambos parecían sorprendidos por el otro.