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PARA CUANDO LA NOCHE llegó toda la familia ya estaba sentada en la mesa, comenzando a comer con tranquilidad.
La familia Ramírez y Guzmán estaban ahí, Daniela al lado de Santiago, junto a ella estaba Dolores y al lado de ella estaba su hermano Camilo.
— Los Ramírez y los Guzmán con los Madrigal, le harán un bien al encanto. — comenzó a hablar Alma, sin notar que cierta pelirroja solo jugaba con su comida, sin querer ser parte de esa conversación.
Daniela jugaba con su plato, no miraba al frente o hacia alguno de su familia.
— ¡Sí! Esperemos que está noche no sea un horrible desastre. — río la señora Guzmán.
Mariano por fin retiro la vista de la anciana, ahora fijándose en su mejor amiga, notando la expresión triste que se apoderaba de su rostro.
Isabela también miro hacia donde estaba mirando el moreno, encontrándose con su prima muy perdida en su propio mundo, no contestaba y tampoco le importaba lo que dijeran al rededor de ella, solo presto atención cuando le hablo su hermana.
— ¿Qué pasa, Lolita? — preguntó susurrando solo para la menor.
— Mirabel encontró la visión de Bruno. — habló bajo que solo pudieron escucharlo sus dos hermanos a los lados de ella, quienes de la impresión; comenzaron a mutar en diferentes animales y personas.
