POR MI EX//HYUNSUNG

6

Hyunjin estaba por entrar a la escuela cuando Changbin lo llamo.

— ¿Paso algo? —pregunto.

—Solo quería avisarte que Han tampoco vendrá hoy, —asintió—por cierto, ¿acaso no tienen celular? No soy su paloma mensajera.

—No hemos compartido nuestros números, ¿me puedes pasar el de Han?

—No, si vas a verlo al rato se lo pides a él—se fue dejando solo al alto.

—Abu, llévame a casa de Han. —la viejita sonrió.

—Traje unas galletas para que coma, dile que espero y mejore pronto—tomo las galletas y bajo del coche.

— ¿Puedes venir por mí a la misma hora de ayer? —asintió y su pequeño camino hacia la puerta que le daba nervios, toco el timbre y espero un poco.

—Ahora si te animaste a tocar el timbre—Felix le sonrió—Es un gran paso.

—Gracias, supongo. —estaba confundido.

—Te vi salir luego de que la dueña de la casa llegara, es bueno saber que estás vivo.

— ¿Por qué no lo estaría?

—Larga historia, te la contaré el día que me compres mi helado.

—Mañana en a las 3 en el centro comercial, ¿te parece? —había un poco de cuerpo en su curiosidad.

—Veo que te interesa, está bien mañana nos vemos. —Hyunjin sonrió y volteo a la puerta viendo como Han lo miraba fijamente.

— ¿A dónde irán mañana? —pregunto serio Han.

—Por un helado que le debo ya que me hizo un favor—el chico frunció el ceño y Hyunjin lo ignoro—Mi abuela ha hecho unas galletas para ti toma—le extendió la canastita.

—Dile que gracias.

— ¿Te sientes mal? —Negó— ¿Entonces por qué te ves molesto?

—No es nada— abrazo sin permiso al menor y lo tiro sobre el sillón—Eres un poco cómodo. —Hyunjin sonrió.

—Vamos a tu habitación para que descanses. —quiso levantar al menor pero este lo impidió.

—El que quiere descansar en mi cama eres tú, ayer tenías que cuidarme y yo tuve que velar tu sueño—puchereo.

—Prometo que esta vez si te cuidaré—volvió a hacer el intento de levantarlo.

—Me cuidas en este lugar, ahora deja de moverte que es incómodo— a Hyunjin le pareció raro.

— ¿Tienes a alguien en tu habitación?

—No seas tonto solo está sucia—Hyunjin le dio una mirada seria— Mamá fue a darme medicamento en la madrugada y de alguna forma el olor de tu perfume quedo en la cama cuando dormiste y ella se ha enojado.

—Yo no uso perfume Han, quizás fue el de Chan o el de Binnie.

—Eso pensé pero mi madre ha asegurado que era tuyo, además no quiero que suene grosero pero creo que te hecho mal ojo.

— ¿Mal ojo? —pregunto confundido.

—Sí, digamos que opina algunas cosas no tan buenas de ti.

— ¿Qué cosas? — se separó del abrazo.

—No me hagas repetirlas, mejor abrázame—Hyunjin abrazo a su amigo aunque no dejaba de pesar en que podría haber sido lo que dijo la señora de él.

<Tu amigo es un tanto raro, sus cabellos largos y coloridos no son muy normales que digamos, he aceptado a Chan porque soy cercana a su familia desde que éramos adolescentes pero si ese amigo tuyo es igual de rarito no quiero volver a verlo en la casa y menos en tu habitación, ¿entendiste? Tampoco quiero muestras de afecto entre ustedes>

—Han, ardillita—Hyunjin pellizco las mejillas de la persona que se encontraba sobre de él—Si no estuvieras enfermo juro que te votaría al suelo—lo movió un poco—Han despierta que tu mamá llegara y no quiero que te regañe.

Han se levantó de mala gana y tallo sus ojitos haciendo sonreír a la persona frente a él.

—Deberías irte antes de que llegue, ya sabes es un poco grosera a veces—Hyunjin revolvió el cabello de Han y con una sonrisa se retiró de la casa.

Al salir estuvo esperando a su abuela por unos minutos, vio el carro a lo lejos e iba a caminar pero fue detenido por una mano en su brazo.

— ¿Has venido a ver a mi hijo nuevamente?

—Buenas tardes señora, sí, le he traído unas galletas que mi abuela cocino—sonrió con nervios—Si me disculpa me retiro pues mi abuela está esperando afuera.

—Antes de que te vayas quiero decirte que espero no se te haga costumbre visitar a mi hijo, en algún momento el estará ocupado con su novia y no quiero que seas una molestia para ellos—Hyunjin asintió y se retiró.

Azoto la puerta del coche y bufo lo que hizo que su abuela volteara a verlo.

—Me alegra saber que Han no se parece en nada a su señora madre—Hyunjin no pudo estar más de acuerdo.