Epílogo

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15 años después.

01 de septiembre de 1992, 10:30 de la mañana. Andén 9¾, Estación King's Cross, Londres Inglaterra, Reino Unido.

Harry empujaba ocho carros a la vez, cada uno con el baúl correspondiente a cada uno de sus hijos. Un poco atrás de él venía Rabastan junto a su último hijo que tuvieron, Fleamont Azael Gryffindor, quien iniciaría su estadía en Hogwarts el año siguiente.

En eso ve una calca exacta a él, pero más joven. Godric Gryffindor II llegó corriendo con su hermano gemelo Salazar Gryffindor, los dos seleccionados en Slytherin. Su primogénito le agradeció antes de tomar sus cosas y correr hacia la primera puerta de los vagones.

"Tranquilo Dad, Godric acaba de encontrar a sus parejas destinadas y está intentando de que no se maten" habló tranquilo Salazar.

Rabastan y Harry miraron a su segundo hijo extrañados.

"¿Godric encontró parejas y no nos dijo?" Preguntó dolido el castaño mayor.

"Perdón papá, pero él me pidió que no les dijera" respondió avergonzado el castaño menor. "Será mejor que suba, los quiero" se despidió para tomar sus cosas y perderse por entre la multitud.

"Tranquilo amor, quizás nos lo diga más tarde" intentó tranquilizar Harry a su esposo.

"¿Papá? ¿Qué son las parejas destinadas?" Preguntó Fleamont curioso.

"Son nuestra segunda mitad, aquel que nos complementa" respondió Harry. "Tu padre y yo somos parejas destinadas, aunque tenemos muchos años de diferencia" susurró guiñándole un ojo a su hijo menor.

Fleamont se rió y se alegró de saber que existía una persona que era su complemente.

En eso, dos chicas de catorce años se acercan a ellos, una era de un castaño natural y ojos verde, mientras que la otra era de un violeta teñido y ojos azules cual zafiro mostraban su tendencia a las bromas.

"Hola papá, hola padre" saludaron ambas a la vez.

"Helga, Tabitha, ¿no se han metido en problemas, o sí?" Preguntó severamente Rabastan.

"No se de que nos hablas" respondieron al mismo tiempo.

"Siguen igual que los gemelos Weasley" comentó riendo Harry.

"¿Las parejas de Godric?" Preguntó Helga.

"Es bueno que se los haya presentado" continuó Tabitha.

"Son alegres y comprensibles" le siguió su gemela.

"Y a ambos les gustan las bromas" culminaron juntas.

"Y por eso las dos son Gryffindor" dijo Fleamont feliz.

"Exacto hermanito" respondieron ambas chicas. "Y con mucha honra"

"Vayan a acomodarse, hijas" dijo Harry tratando de calmar a su esposos. "Si ven a Ærdwin, Corvus, Rowena o Myrlin les dicen que los estamos esperando"

Las dos chicas asintieron y tomaron sus carros correspondiente antes de perderse por entre la multitud.

"Parece que nuestros hijos ya sabían sobre las parejas de Godric" se lamentó Rabastan.

"¡Alégrate mamí!" Gritó Fleamont. "Yo aún no sabía"

"Tienes razón, pequeño" continuó Harry, preocupado por su esposo.

Al poco tiempo, cuatro adolescentes entre once y doce años hizo aparición y tomaron los carros restantes.

"Haber jóvenes, ¿no se despedirán de sus padres?" Preguntó burlón Harry.

"Perdona padre, pero las parejas de Godric nos estaban enseñando nuevas tácticas para no ser atrapados" habló Myrlin.

"A mi solo me tienen por que sí" dijo seriamente Ærdwin.

"Aguafiestas" murmuró Rowena, sacando risas de sus otros dos hermanos.

"Disculpa, papá. Te escribiremos cuando lleguemos" dijo apenado Corvus mientras se iba con sus hermanos.

"Harry, iré con mi padre" murmuró triste Rabastan.

"¿No te despedirás?" Preguntó preocupado. "Puedo acompañarte, al igual que Fleamont"

"No... está bien..." dijo tratando de huir de allí.

"¡Padre!" La voz de Godric se escuchó por entre la multitud.

La copia exacta de Harry apareció con adolescentes un año menor que él, ambos pelirrojos. Estos empujaron al mayor para que se acercara a sus padres, aunque estaba un tanto nervioso.

"Perdón si no los mencioné antes, es solo que... estaba preocupado de que no les gustase" dijo apenado.

Harry miró a su primogénito y lo atrajo en un abrazo. Rabastan se quedó mirando a ambos pelirrojos que se movían incómodos ante su mirada.

"¿Aman a mi hijo?" Preguntó serio.

"Lo amamos con nuestro corazón" respondieron ambos.

"Más les vale..." amenazó. "Bienvenidos a la familia" habló atrayendo a ambos en un caluroso abrazo.

Padre e hijo miraban felices de que Rabastan hubiera aceptado a las parejas del azabache menor.

"Gracias por no decir nada, padre" susurró el menor en el oído del mayor.

"Cuenta siempre conmigo" respondió de la misma manera guiñando un ojo.

Fin

Amor en el futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora