Save Me From Myself [Moonsun]

Capítulo 18

Yongsun se acerca aún más.

Tan cerca que Byul puede sentir su cálido aliento en sus labios y grita internamente, su corazón lanzándose contra su caja torácica. Su propia respiración es rápida e inestable, y su rostro se siente más caliente que un horno. El tenue resplandor de los ojos amarillos de Yongsun parece consumirla, succionándola hacia sus profundidades incandescentes.

¿Es la imaginación de Byul, o hay algo lascivo en los ojos de la mujer mayor?

Pero luego Yongsun se aparta, una sonrisa de aspecto curioso se extiende por sus labios. Se recuesta en el sillón reclinable como si no hubiera puesto nerviosa a la psicóloga que todavía no puede respirar de manera correcta.

— Entonces... — Yongsun dice lentamente, su voz es un ronroneo bajo. — Te gusta Solar, ¿no?

— ¿Q-Qué? — Byul todavía tiene dificultad para respirar.

— Te gusta Solar. O tal vez iría tan lejos como para decir que estás enamorado de ella. Tengo razón, ¿no? — Yongsun se recuesta en el sillón reclinable, su expresión es neutral. — La forma en que reaccionaste hace un momento, la forma en que la defendiste. Eso va más allá de tu relación cliente-psicóloga.

La boca de Byul se siente como si estuviera llena de aserrín. Sabe que es un libro bastante abierto, pero no sabía que conduciría a una situación como esta.

Maldita sea, en serio tienes que aprender a ocultar mejor tus emociones, Moon Byul.

— ¿Y en qué te ayuda esta información, exactamente? — Byul se cruza de brazos, deseando que los latidos de su corazón disminuyan a un ritmo normal.

— En nada. Simplemente hace las cosas un poco más interesantes, supongo. Ah, entiendo por qué me desprecias ahora. Cada segundo que paso contigo es otro segundo que no pasas con Solar. ¿No es así?

Byul se mantiene en silencio, todavía un poco perturbada por eso... ese algo que había visto en ese momento llameante bailando en los ojos de Yongsun. Además de la locura habitual, había algo. Ella no sabe.

— No me vas a contestar, ¿eh? ¿Necesito acercarme de nuevo? — Yongsun se mueve como si fuera a deslizarse hacia el sofá de Byul, pero la psicóloga rápidamente levanta una mano, deteniendo su avance.

— No — Byul dice, su voz bastante plana. — ¿Es esto una especie de juego para ti?

— ¿Un juego? Sí, quizás. Te lo dije, soy el lado malvado de Solar, ella es la que se toma todo en serio. Soy el lado que disfruta de un trago ocasional de soju y al que no le importa emborracharse — Yongsun le guiña un ojo, las comisuras de su boca se inclinan hacia arriba en una sonrisa. — Tal vez no debería tomar más tiempo del que puedes pasar con tu preciosa Solar. Deja de mirarme así, psicóloga.

Yongsun se sienta y se inclina, presionando la punta de un dedo en la frente de Byul. Esta se queda momentáneamente mareada antes de apartar la mano con un golpe, frunciendo el ceño.

— Además, no frunzas el ceño. Fruncir el ceño da arrugas. Sonríe más. No estoy aquí para lastimarte o matarte — la sonrisa de Yongsun es sospechosa. — Puede que sea el lado malvado de Solar, pero no soy una asesina... Bueno, quizás un poco.

— Es difícil sonreír cuando dices cosas como esas — murmura Byul.

— ¿Qué dijiste? Estás murmurando otra vez. Realmente deberías dejar de hacer eso, no tengo un oído sobrehumano. Mis habilidades físicas están tristemente limitadas a este cuerpo — Yongsun se toca el lóbulo de la oreja, donde brilla la gema azul pálido de un pequeño arete.

— Ese es el punto de que yo murmure para mí misma.

— Siempre estoy tratando de hacer lo mejor para ti, ya sabes. Dándote consejos de vida como este y consejos de moda. Todavía no has comprado una chaqueta de cuero, ¿verdad? Te dije que te verías bien en una. Tal vez incluso logres llamar la atención de Solar — la sonrisa maliciosa de Yongsun hace que el rostro de Byul se llene de ira.