Capítulo 25

584 105 48
                                    

Tal vez la falta de oxígeno esté provocando un cortocircuito en el cerebro de Byul, porque formar oraciones coherentes parece convertirse en una tarea imposible.

Puede sentir las pestañas de Yongsun haciéndole cosquillas, la punta de su nariz presionando con suavidad contra la de ella. Y sus labios, oh Dioses, están fríos por el aire acondicionado, pero suaves por el bálsamo labial de fresa, moviéndose muy, muy lentamente.
Byul escucha un ruido estrangulado que sale de su garganta, a medio camino entre un gruñido y un gemido, porque no está segura si quiere alejar a Yongsun o acercarla. Y eso es lo que da miedo.

Pasan veinte segundos antes de que Yongsun se aleje. Veinte segundos antes de que Byul respire de nuevo.

Incluso después de que ella se aleja, el rostro de Yongsun sigue cerca, cada rasgo perfecto acentuado por la cálida luz del sol que se filtra por la ventana. Sus ojos se encuentran y se bloquean, los iris de color amarillo ácido ardiente sostienen a Byul en su agarre fuerte e inquebrantable, la confianza y el desafío son claros en su mirada.

Es peculiar lo que Byul está sintiendo en este momento. Claro, ella ha besado a un par de chicos antes, ninguna chica, desafortunadamente, porque nunca antes había salido con una, pero siempre habían sido amateurs e insípidos.

¿Es normal sentir que tú corazón está a punto de sufrir un paro cardíaco? ¿Sentir que tus pulmones son incapaces de aspirar más oxígeno?

La espalda de Byul todavía está contra la pared, sus palmas presionan con fuerza contra la madera. Yongsun dio medio paso hacia atrás, con una curiosa sonrisa en su rostro. Sus ojos son amarillos brillantes y... crueles, casi.

— Si aún no te has dado cuenta, mentí hace aproximadamente tres minutos acerca de que no quería besarte. Me he estado preguntando cómo sería. Justo como pensé — Yongsun agarra un mechón suelto del cabello de Byul y lo acomoda detrás de su oreja. La mujer mayor suena neutral.

— ¿Qué pensaste? — Byul odia cómo suena estrangulada y débil.

Los ardientes ojos amarillos de Yongsun se clavaron en los de ella con una intensidad tan feroz que Byul está segura de que se incinerará bajo su mirada.

— No estuvo mal. No estuvo nada mal — dice Yongsun, soltando los brazos de Byul y dando más pasos hacia atrás para ampliar la brecha entre ellas. Sus labios se curvan en una media sonrisa.

Byul no sabe qué pensar sobre esto. Yongsun acaba de besarla y tiene dificultades para convencerse de que fue malo.

Yongsun tiene razón. No estuvo mal, no estuvo nada mal.

— ¿En serio gustas de mi? — Byul pregunta suavemente.

— Bueno, no hay mucho que no me guste de ti. Excepto por el hecho de que eres buena para engañarte a ti misma.

— ¿Buena engañando?

— Sí. Eres un libro fácil de leer, psicóloga. Acéptalo, no tienes ninguna oportunidad con Solar, y lo sabes. Solar está comprometida con Jaehyuk, es heterosexual y solo te ve como una amiga — Yongsun se burla. Su tono es dominante y poderoso.

— Entonces, ¿qué estás sugiriendo? ¿Cómo se relaciona eso con mi engaño a mí misma?

— Creo que dejaré que lo averigües — Yongsun sonríe. — Es casi la hora. El principe azul de Solar viene a buscarla.

— ¡No puedo resolverlo! ¡Dioses, Yongsun, primero me besas y ahora vuelves a jugar conmigo! — Byul aprieta los dientes, el calor abrasador a través de sus mejillas, tiñéndolas de rojo oscuro, a través de sus labios hormigueantes. No quería mencionar el beso en absoluto, pero se le escapó.

Save Me From Myself [Moonsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora