Capítulo 40

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Hyejin llega veintidós minutos después, vestida con jeans y un suéter azul, con lentes de sol sobre su cabellera negra. Mira a Yongsun cuando entra.

— Me veo exactamente como Solar, así que no te molestes — Yongsun extiende una mano y Hyejin cambia su bolso a la otra mano para corresponder el saludo con firmeza.

Hay cautela y casi una especie de hostilidad en los ojos de Hyejin, un sentimiento protector por Byul, y Yongsun decide que no odia a esta amiga de Byulyi.

— Ahn Hyejin. Encantada de, ah, finalmente conocerte... Yongsun — los ojos descontentos de Hyejin pasan del rostro de Yongsun a Byul, que ahora está sentada en el sofá, apoyada en el respaldo con los ojos cerrados. Yongsun le hace un gesto.

— Ve a hacer tu cosa psicológica.

Hyejin asiente, rápidamente, antes de darse la vuelta y caminar hacia Byulyi, sentada en el sillón reclinable.

— ¿Byul unnie?

Byul se agita, parpadeando hacia Hyejin.

— Oh, Hyejinie, hola — dice ella, tratando de sonreír, pero tanto Yongsun como Hyejin pueden ver que es claramente un fracaso. La más joven del trío suspira mientras coloca su bolso junto al de Yongsun en el suelo, enfocando su atención por completo en Byul, quien deja que su sonrisa se atenúe un poco.

— Está bien, dejemos todas las pretensiones aquí. Estoy para ayudar. No sé qué pasó para que yo necesitara estar aquí, entonces, ¿puedes iluminarme? — Hyejin saca su teléfono de su bolsillo, abre sus notas y mira atentamente a Byul, con los dedos sobre el teclado. Ella mira a Yongsun y agrega:

— Tú también, si quieres.

Byul respira fuerte y rápido.

— Sabes sobre todo el asunto de Yongsun-Solar. Cada vez que veía a Yongsun, siempre pensaba que sus ojos eran amarillos. Los vi como amarillos — cierra los ojos y ve el tono exacto contra sus párpados. — Amarillo ácido. Y tengo razón, porque ella misma dijo que tenía los ojos amarillos.

— Justo ahora, le pregunté acerca de su uso de lentes de contacto para su visita a la Sra. Kang, y ella dijo que no tenía que hacerlo, porque sus ojos no son amarillos. No sé qué pasó, fue como si algo se rompiera. Me sentí tan enojada que pensé que estaba tratando de bromear conmigo. Luego comenzaron a decir mi nombre varias veces — Byul se estremece, apretando sus piernas contra su pecho. — Era como un eco repetido en mi mente. Pero sé que son solo cosas tontas que pasan en mi mente. Los ojos de Yongsun no pueden ser marrones, tienen que ser amarillos.

La garganta de Hyejin se mueve. Ella mira a Yongsun, y sus ojos se encuentran, ambos helados pero compartiendo una calidez común, y la comprensión pasa a través de ella. Se da cuenta de que Yongsun ya sospecha, ya sabe, pero no quiere decirlo ella misma.

— ¿Quiénes empezaron a decir tu nombre? No tienes que responder si te sientes incómoda.

El silencio sigue a su pregunta, y se encuentra con los ojos de Yongsun de nuevo, la mujer mayor simplemente encogiéndose de hombros sin poder hacer nada.

— Está bien, está bien. No respondas eso — los ojos de Hyejin son ilegibles, su expresión no revela nada. — ¿Tuviste algún síntoma antes? Como, los síntomas comunes? Tal vez algo haya causado este... eh-

— Estrés cerebral — interviene Yongsun rápidamente, salvando a Hyejin.

— Si, eso. ¿Tienes problemas para dormir estos días? ¿Insomnio? Podría haber sido la causa de este... estrés cerebral que estás experimentando — Hyejin está sudando en una habitación a veintitrés grados centígrados debido a lo cuidadosamente que tiene que andar. Es como si Byul fuera un jarrón que se tambalea en el borde de una mesa, y un pequeño toque puede hacerla caer.

Save Me From Myself [Moonsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora