Save Me From Myself [Moonsun]

Capítulo 44

Las palabras se precipitan y golpean a Yongsun como un huracán torrencial, y ella aprieta su mano demasiado fuerte, sus ojos parpadean hacia la pálida Byul. Pero Byul no está llorando, no necesita que intervenga, porque tal vez lo que necesita es simplemente sacar esta historia de su pecho.

— Me enviaron a vivir con una tía y un tío a los que no les importaba un carajo ni yo ni mi bienestar, así que supongo que ahí es donde empezó a florecer mi depresión. Las burlas en la escuela se calmaron un poco, pero la gente todavía me trataba como un bicho raro y no tenía a nadie a quien recurrir. Sentí que todo el mundo estaba en mi contra, lo cual, por supuesto, técnicamente no puede ser cierto, pero lo sentí tan intensamente en ese momento que simplemente me hundí en la depresión.

— Fue... fue horrible. Me salté las comidas, me aislé aún más de mis compañeros de escuela y lloraba hasta quedarme dormido casi todos los días. Me encerraba en mi habitación cuando no estaba en la escuela, tanto para escapar del mundo exterior como para escapar de mi tía y mi tío, quienes siempre me miraban como si fuera una carga para la sociedad. Y me sentí como si fuera, en ese entonces, solo otro peón en un tablero de ajedrez gigante, mirando impotente cómo derribaban a todos mis camaradas. Me preguntaba por qué las cosas tenían que suceder así, ¿sabes? Por qué siempre me pasaban todas las cosas malas. Me hizo sentir peor.

— Es como si algo estuviera siempre presionando con fuerza en lo profundo de tu pecho, y siempre te sientes tan pesado y como si te estuvieras ahogando bajo el peso de todo, excepto que no tiene fin. Mi tía y mi tío no entendían. Nunca me entendieron. Simplemente regañaron y regañaron y se frustraron.

— Les respondí y les grité, y mi constante negativa a cooperar con cualquier cosa hizo enojar a mi tía. Así que me arrastró a ver a un psicólogo un día, incapaz de soportarme más a mí ni a mi condición. Supongo que ahí es donde cambié para mejor, en el transcurso de un año y más. Pero... — Byul niega con la cabeza, soltando una sola risa hueca. — Creo que nunca mejoré completamente. ¿Cómo podría? Todavía tengo pesadillas en las que un camión se estrella contra mi coche, y cada pedacito de vidrio que se incrusta en mi piel es un recordatorio de cómo tengo todo en la forma de mi vida, pero nada, porque además de un corazón que late, no hay nada. Nada.

— Todo y nada es un término tan contradictorio, pero describe todo acertadamente — murmura Yongsun, su mente comprimiendo y digiriendo la información que Byul acababa de compartir.

El Dr. Kim se ajusta las gafas y junta las yemas de los dedos.

— ¿Entonces este insomnio fue en realidad un engendro de tu depresión?

— Sí. Pero creo que todo surgió en el momento en que vi las camas de hospital cubiertas con tela blanca siendo sacadas de la sala de emergencias — murmura Byul, cerrando los ojos. — Era demasiado joven para manejarlo. Ambos al mismo tiempo: disolvió todo lo que sabía y sentía.

— Los niños son especialmente susceptibles al trauma debido a sus mentes jóvenes altamente impresionables, lo cual supongo que sabrá, Srta. Moon, siendo usted misma psicóloga. Es fácil que algo tan traumático y aterrador como un incidente de este tipo distorsione permanentemente la mente de un niño. Sin embargo, lo ha manejado muy bien — dice el Dr. Kim.

— Pero no creo que esto pueda conducir a algo como la desorganización mental y el insomnio, ¿verdad? — Byul pregunta.

— No de manera directa, tal vez — el Dr. Kim empuja sus anteojos hacia arriba. Parece estar sopesando sus palabras cuidadosamente. — ¿Y dices que tuviste un... colapso mental recientemente? ¿Puede dar más detalles sobre eso, por favor?

— Em, bueno, recuerdo que me sentía muy ansiosa y sentí que mi cuerpo estaba tratando de cerrarse sobre sí mismo o algo así. Estaba la extraña cosa de la alucinación ocular. Y creo, creo que escuché a Yongsun llamándome.