CAPITULO 8

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Después de que Aarón terminará su eterna ducha, incluyendo su ritual de humectación y cuidado facial, tome una ducha no muy larga ya que Aarón se había encargado de decirme que si pasaba mucho tiempo en el agua me arrugaría y sería algo notorio cuando fuera anciana, baje las escaleras y vi a papá hablando por teléfono.



-Si hijo nosotros también te queremos, vale, si, te mando dinero y un abrazo, adiós- cuelga y me mira.



-¿Era Col?- pregunto-



-Así es, les manda saludos y aún no sabe cuándo volverá, espera que pronto, encarguemos una pizza para cenar- dice pasándome el teléfono de la casa.



Pedí tres pizzas familiares ya que aunque papá diga que con solo una ajusta, es falso ya que el y Aarón suelen comerse una entera cada uno, nos sentamos en el sofá para ver una película los tres.



-¿No salen hoy?- pregunta concentrado en la película.


Negamos con la cabeza.


-No pa que hoy juega la liga superior- comenta mi hermano con emoción.



-cierto, exacto, se me olvidaba- agrega mi papá  -por cierto a llamado col, tal vez vuelva pronto- dice concentrado en la televisión. 



Mi hermano se encontraba en Alemania, ya un año que estaba por aquellos rumbos, se había ido de misionero ayudando a la gente por su profesión, todos aquí tenían futuro o carreras prodigiosas, Col acabada de terminar medicina, Aarón estaba estudiando deportes, con una posible oportunidad de triunfar en el rucbig y yo perdida en el que será de mi futuro.


-Lo hecho de menos- comenta mi hermano.


-Yo también- agrego.




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