CAPITULO 18

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- Dios mío ¿Meissa estás bien!?-


Mire al procedente de esa voz para encontrarme con unos bellos ojos cafés que me miraban preocupados.


- Estoy bien - murmuré.


- Ven déjame ayudarme, sentémonos en la acera, dios perdón!-


Kendall agarro mis brazos, sentí una corriente eléctrica por todo mi ser, que el me tuviera entre sus manos fue demasiado para mí pobre corazón.


Me dejó sentada en la acera, para proceder a recoger su bicicleta, sentándose a mi lado, cerciorándose que estuviera bien que no fuera más que el golpe en la cabeza, mareos o dolor.


- ¿Te duele mucho el golpe de la cabeza?- pregunto haciendo que incocienteme tocara la zona de el raspón.


Su mano se puso encima de la mía y después de un segundo que pareció eterno la aparte con pena, el tocó el sitio provocando que hiciera una mueca del dolor.


- Mañana aparte del raspón, también tendrás un buen chichón, perdón en verdad no era mi intención- dice sonriendo apenado.


- ¿Tu estás bien? Dios también te has raspado!- lo mire preocupada.


- No te preocupes, estoy perfectamente no ha sido a mi a quien han atropellado- dice en tono burlón intentando agregar humor al momento.


- ¿Te sientes mareada, desorientada? ¿Quieres que le llamé a tu hermano o a tu papá? - pregunta sin apartar sus ojos de mi.


- No no tranquilo estoy bien, no fue para peligro de muerte- Kendall ríe fuertemente.


- Te acompaño a tu casa, no voy a arriesgarme a qué te pase algo en el camino - cogio su bicicleta y me ayudó a pararme.


- No no en verdad no hace falta, puedo sola- le digo tomándome la cabeza, diablos en verdad si que me dolía.


Suspiré viendo a Kendall pasar su brazo por mis hombros ayudandome a andar para evitar que pasará algún otro percance comenzando a caminar. a mi casa.

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2023 ⏰

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