Muchos conocemos la historia de la familia Cullen, una familia de vampiros de dieta vegetariana, y sin duda, su vida cambió cuando el vampiro lector de mentes se enamoró de una torpe humana. Pero, ¿qué pasaría si al mismo tiempo que Bella llega a Fo...
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Los miembros de la familia Lecter decidieron mudarse de su hogar que estaba en Baltimore, un lugar en donde la familia vivió desde hace tantos años, esta familia fue considerada como una familia modelo, perfecta en todos los sentidos posibles, mostrando de esta manera lo que todos querían ver, pero nadie nunca bio que había debajo de esa sonrisa perfecta que todos lucían, en realidad nadie jamás vio a esos lobos que estaban disfrazados en una piel de cordero.
Cuando llego el momento de dejar atrás todo lo que vivieron en su antiguo hogar, los patriarcas de la familia decidieron mudarse a un pequeño pueblo Forks, donde sin duda seguirían aparentando ser la familia perfecta que siempre mostraron, la familia noble que siempre se mostró perfecta ante todos, aunque en la comodidad de su hogar, eran una familia de caníbales, una familia que era capaz de comerse a otro humano, aunque claro, la familia no comía a cualquier persona, solo a gente mala, maleducada, incluso criminales, en pocas palabras Monstruos, seres que serían considerados una abominación para la sociedad misma.
Los Lecter, conocían más sobre el mundo sobrenatural de lo que se podía llegar a esperar, debido a que el patriarca, Hannibal Lecter, era una criatura, nada más y nada menos que un Wendigo, una criatura conocida en el mundo mágico, como única peligrosa, como majestuosa, y el resto de la familia eran su pareja y sus cachorros, por lo que todos estaban completamente expuestos a este mundo, sin mencionar el hecho de que sus hijos, 4 de ellos eran magos y brujas, salvo por dos de sus hijos que no eran criaturas mágicas n lo absoluto, pero eran perfectos tal como eran.
La familia preparo sus maletas, y las colocaron en la camioneta, después de eso, miraron por última vez la casa que los vio crecer, a todos y cada uno de ellos, todos crecieron tal vez no en edad, pero si en inteligencia, sabiduría, conocimientos, lealtad, todo lo que hacía a un Lecter un Lecter, sin más que hacer subieron a la camioneta y comenzaron su camino al aeropuerto rumbo a Seattle, para llegar por fin a su destino final Forks.
Mientras tanto en aquel poblado se comenzaba a comentar la futura mudanza de una familia prominente, lo cual sin duda causo un gran revuelo en los pobladores, después de todo Forks no era un lugar con muchas sorpresas, y no tenían cosas nuevas que comentar hasta ahora por supuesto.
Solo una familia intento mostrarse neutral ante lo que estaba pasando, los ya también muy famosos Cullen, sobre todo por el hecho de que sabían cómo podía llegar a ser la gente, no era extraño que se hicieran revuelos solo por una simple mudanza, ya que parecía que todos en ese lugar tenían en común siempre era y sería el chisme.
Aunque se mantuvieron al margen sentían un poco de curiosidad, debido a que la pequeña adita de la familia no los vio llegar, o eso era lo creían hasta el momento.
"Con los Lecter"
La familia comenzó a caminar rumbo a el aeropuerto, listos para su nueva, no tan gran aventura, estaban listos para mostrarse ante las personas de ese pueblo como personas sin duda alguna perfectas, ellos era siempre cuidadosos ante todo tipo de cosas, perfeccionistas incluso en el más mínimo detalle, incluso los brujos de la familia se dedicaron a mantener a su familia a salvo de cualquiera que intentara leer sus mentes, no podrían ver nada, se encargaron de eso desde el momento en que supieron que podían leer sus pensamientos si quisieran, de esa forma mantendrían seguros los secretos que esconde la familia, lo que nadie podía llegar a conocer, de lo que se esforzaron por mantere oculto desde el comienzo.
Después de largas horas de vuelo, la familia por fin llego a su destino, para después tomar el auto que rentaron y dirigirse a su nuevo hogar, sin duda el resto del camino la familia mantenía su postura serena y tranquila, para después comenzar a hablar.
- ¿Cuándo llegaran los demás? -pregunto Wil, de una manera tranquila, esperando que alguno de sus hijos comience a hablar.
-Love llegara en una semana-dijo Joe con tranquilidad.
Love Lecter, esposa de Joe Lecter, la joven mujer era una digna persona de llevar el apellido Lecter, una mujer de apariencia engañosa, con una máscara que cubre sus más oscuros secretos, pero que logro entrar en esta familia nada normal, que fue capaz de conocer la verdad de quienes en realidad eran, fue la única capaz de ver detrás de la máscara que la familia mostraba a el resto de las personas. Solo hizo falta conocerla de verdad para enamorarse de ella, no le costó mucho llevar la dieta de la familia, y con su carisma y simpatía fue capaz de ganarse a esta familia. Después de eso solo fue cuestión de tiempo para que Joe le pidiera que se casara con ella, después de la boda la joven pareja disfruto de una muy linda luna de miel, y se mudaron a una de las residencias Lecter, pero en el momento en que la familia decidió mudarse el joven matrimonio decidió ir con ellos, pues aunque Love tenía más familia, no eran de su agrado, después de todo si no quería que estuvieran cerca de ella, porque no mudarse con el simple pretexto de que su marido decidió seguir a su familia a la prácticamente mitad de la nada.
-Me alegra- dijo Wil, en realidad adoraba a su nuera.
-Tom llegara en un par de días también-respondió Harrison
Tom Peverell, antes Tom Malvoro Riddle, o el gran Voldemort, un hombre que era de temer, pero desde que conoció a Harrison o Harry como antes se llamaba, decidió dar fin a su extensa lucha por el mal, tenía cosas mucho más importantes por las cuales luchar, como ganarse el aprecio de su familia política, para después de un tiempo casarse con su marido, su pequeña y amada esmeralda.
Cuando la familia de Harry decidió mudarse, el matrimonio los siguió a esa aventura junto al resto de sus hermanos que ya estaban casados.
-Draco llegara mañana-dijo inmediatamente después Hermione con una pequeña sonrisa.
-eso es muy bueno-esta vez fue el turno de Hannibal de hablar. -No puedo esperar para que toda la familia se reúna por fin-dijo el hombre con una sonrisa pequeña en su rostro mientras tomaba la mano de su amado esposo.
-Solo faltara Sofia y estaremos completos-dijo su hijo Antoni, con una sonrisa.
Para todos los miembros de la familia fue una agradable sorpresa saber que uno de los hijos más jóvenes del matrimonio encontró a su compañera, una joven bruja que al igual que las otras parejas de sus hijos era tan perfecta para unirse a esa familia.
También era una tristeza el hecho de que la joven Amelia, la más pequeña de la familia no encontrara aun a su pareja, pero ella no le tomo importancia, en realidad le alegro hasta cierto punto ser libre, aún era muy joven para tener una pareja y estar unida a otra persona.
-Emos llegado familia- contesto el esposo de Abigail, Kol Mikaelson, el al igual que el resto de las parejas de los herederos de los Lecter era de una familia prominente, y tan sádico como un Lecter tenía que ser, era también listo, imponente, el mejor de su generación, un hombre perfecto para su adorada Abigail, por lo tanto era perfecto para la familia.
Todos miraron desde donde pudieron para ver lo que hay se miraba, un pueblo, pequeño y húmedo, por la lluvia.
- ¿Qué les parece? -pregunta un muy emocionado Will, sus hijos y nuero se miraron entre sí, no podía culparlos, todos se acostumbraron a vivir en lugares céntricos no en medio de la nada como ahora, luego tuvieron que aceptar que no era tan malo como aparentaba, tenía bosque, un muy hermoso bosque, haci como a lo lejos miraron una mansión, un perfecto lugar para vivir, y la mansión era tan hermosa como el castillo de los Lecter en Italia.
-Es un buen lugar para vivir- contesto Harrison, a lo que todos asintieron de acuerdo.
Los patriarcas de la familia sonrieron con suficiencia, Forks sería un buen lugar para vivir.
