𝐄.𝐓 | Druig 《 completa en español✔︎ 》

𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗩𝗜𝗜. ❝FOLLOW ME, I TAKE CARE OF YOU❞

➜ ᎒ ☈ ❁ ⸙͎۪۫ ⊰ CAPITULO VII.
❝SÍGUEME, YO TE CUIDO❞

Aleska en ningún momento rogaría por tener compañía, pero ahora que se encuentra sola ¿Qué va a hacer? Sabía que en algún aquel pequeño hilo donde colgada el grupo se rompería, después de todo, no es que se lleven muy bien la mayoría. En especial con Ikaris. Con él es muy difícil ponerse de acuerdo, siempre quiere seguir las reglas y es más leal que un perro con su dueño. Eso es lo que más incomoda a la diosa, por eso trataba de ignorarlo cada vez que tenían que hacer un mandado juntos.

Posiciona sus manos en su cabeza estresada mientras la luz de la luna y el bosque es lo único que la regocijan. Podría ir a la ciudad, pero ¿qué haría allá? no es buena hablando con mortales, es muy estricta con sus cosas y sobre piensa las cosas demasiadas veces para que sea una perfección. Sí, ella no tiene remedio, y su única solución para su propia supervivencia es unirse al enemigo (no literalmente un enemigo)

Baja la vista a los árboles cuando nota que se encuentran muchas personas caminando por ahí tranquilamente con luz para alumbrar el camino, suspira sabiendo de quién se trata y vuela hasta allá aterrizando frente a Druig, quien se detiene enseguida al verla.

— Ya te estabas tardando, mi dulce Aleska — exclama con una sonrisa ladeada.

— Dejemos algo en claro; no hago esto por tí, ni por mí. Thena piensa que podemos cuidarnos entre nosotros y por eso estoy aquí... Espero no te moleste— susurra lo último.

— Créeme que alejarme de esa manada de idiotas y que tú decidieras venir conmigo me causa muchísima satisfacción, a pesar de que casi nos peleamos hace rato.

Ella sonríe con aires de falsedad — No me disculparé por eso.

— Sí, yo también me alegro de que estés aquí. Además, tenemos algo pendiente, menos mal viniste.

La chica rueda sus ojos siguiéndole por el camino. — la verdad es que me sorprendió que alzaras la voz sobre los mandatos de Ajak. Pensé que eras el tipo de persona que le importa muy poco los demás.

— Debes conocerme más. Lo había querido hacer desde hace mucho.

— Te comprendo, tienes el poder para remediarlo. Digo, si yo tuviera un poder como el tuyo probablemente lo hubiese usado sin pensarlo hace 3000 años, hubiese sido más fácil — Druig se calla de repente, Aleska frunce su ceño — ¿he dicho algo malo?

— Controlar mentes es como tener oídos pegados en todas partes. No es agradable escuchar lo que otras personas opinan de tí o cómo te juzgan. No le doy importancia a ese tipo de comentarios y por eso es que sigo en pie.

Aleska entiende su explicación. Druig sólo está cansado. Las acciones de los humanos son lo que provocan que cada detalle mínimo ocurra, y él, teniendo aquella habilidad, ha tenido que retener sus ganas de parar sus errores.

— ¿A dónde llevaremos a toda esta gente? — pregunta luego de unos segundos en silencio.

— Pensé que podríamos armar un pueblo; construir casas... Un viñedo... Cosas así.

— Bien.

Aleska tumba un árbol con ayuda del viento.

— Iba a mandar a algunos hombres a hacer eso pero veo que es más rápido así.

No tardó mucho tiempo cuando algunas cabañas se encontraban en producción. Se hizo de mañana al cabo del tiempo. Lo bueno es que con ayuda de las habilidades de Aleska y el control de Druig, sería algo rápido y eficaz.

— Tienes que hablar con ellos, lo sabes ¿cierto? — dice la diosa mientras mira al chico pensativo — no puedes controlarlos todo el tiempo, en algún momento tendrán que usar su consciencia propia y se confundirán. Hasta algunos se enojarán por esta decisión tan atrevida.

— Lo sé pero ¿qué les diré?

— La verdad— responde mirándolo fijamente, él duda un poco — cuéntales qué hacen aquí y el por qué. Si algunos se quieren ir, entonces que lo hagan, no se obliga a nadie a estar en los peligros de afuera. Si no lo haces, sería...

— Coacción— Druig la mira con una sonrisa— He aprendido la lección, mi Aleska.

Ella asiente, Druig detiene el trabajo de los habitantes trayéndolos en grupo hacia él para después liberar su control. Todos empezaron a preocuparse, algunos a asustarse y uno que otro a molestarse.

— Mi nombre es Druig, ella es Aleska. Yo seré el líder de la villa y su protector — comienza llamando su atención— los hemos traído aquí para protegerlos del mundo.

— ¿De qué nos ayudarán?

— ¡Sí! ¿Cómo confiaremos en ustedes?

— No habrán guerras y tampoco violencia. Queremos construir un lugar pacífico al que puedan llamar hogar. El que se quiera ir puede hacerlo libremente, pero no se le será permitida la entrada nuevamente.

La gente se mantiene callada. Al parecer debatiendo sobre la noticia. Irse o quedarse. Una decisión difícil.

— Les prometemos que nunca les faltará comida y un techo donde dormir protegidos sin miedo— la diosa toma la palabra — yo misma me encargaré de eso.

— ¿Cómo? ¡eres una mujer solamente!

— Eso es un poco sexista — Aleska usa sus poderes atrayendo agua y tumbando otro árbol el cual está lleno de fruta— si quieren quedarse, serán bienvenidos pero sino... Ya saben cómo termina la historia.

Las personas se sorprenden y no dudan en agarrar la comida, logrando convencer a casi todo el grupo. Muy pocos decidieron irse y eso llena de orgullo a Druig.

— Les transmites más confianza que yo.

— No la transmito, la tengo— afirma con seguridad.

— Estoy empezando a pensar que tú deberías tomar el mando y no yo.

— No, gracias. Ser una líder no se encuentra en mis planes actuales. Prefiero seguir siendo la chica botánica que crea lluvia para las plantas y enciende el fuego con la punta de su dedo.

El telepata ríe para después verla irse a continuar con sus nuevos deberes de sub-líder.