𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗫𝗜𝗜𝗜. ❝SWEATHER WEATHER❞

2.5K 293 30
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





➜ ᎒ ☈ ❁ ⸙͎۪۫ ⊰ CAPITULO XIII.
❝MANGAS DE MI SUÉTER❞

Druig no es que sea una persona tan desesperada, pero cuando se trata de Aleska, esa palabra es la primera que aparece en su diccionario

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Druig no es que sea una persona tan desesperada, pero cuando se trata de Aleska, esa palabra es la primera que aparece en su diccionario. Verla cada día sin poder estar cerca suya se convertía en una tortura. No tiene la mínima idea de dónde viene aquel sentimiento tan culposo y ella no parece querer explicarle qué le pasa.

Pero iba a averiguarlo a como diera lugar, aún así no quiera contarle.

Para en seco al notar la presencia de dicha mujer a pocos metros de el lavando su ropa cerca del río. Suspira con profundidad. Buscarla durante 3 horas ya lo empezaba a preocupar nuevamente debido a lo que hizo hace pocos días. No han hablado desde su pelea a golpes y tenerla lejos lo hace sentir muy solo.

— ¿Viniste a regañarme porque vine aquí sin avisarte? — cuestiona sin mirarlo antes de dejarlo hablar.

— ¿Podemos charlar?

— Vamos a terminar en lo mismo de siempre; empiezas disculpándote y después nos peleamos otra vez— concluye sin darle importancia.

— Sí, tienes razón, vengo a disculparme— confiesa, ella para en seco sin embargo continúa sin observarlo — entiendo que estés molesta por las cosas que dije, soy irritable, después de todo... Pero no lo dije para herirte.

— ¿Por qué lo haces si ganaste? Yo debería pedirte perdón — cuestiona levantándose.

— En realidad, tú lo hiciste, yo sólo tomé una ventaja.

— Me alegra que lo aceptes — dice con aires de superioridad y sacando una sonrisa ladeada— en fin... Para estar a mano, yo también lo siento. Irme sin avisarte fue poco amable de mi parte.

— Estamos bien, entonces— Aleska asiente dándole la razón — pero aún me debes una explicación y lo sabes muy bien

— No voy a contarte...

— ¿Qué pasa entre nosotros? ¿La razón por la que fuiste a la ciudad tiene que ver con ello?

No dice absolutamente nada y simplemente pasa a su lado. Druig la detiene agarrando su muñeca con fuerza acorralándola contra un árbol, dejando sus cuerpos medianamente cerca, lo suficiente como para escuchar la respiración del otro.

— No me dejaste terminar — murmura la castaña, él alza una ceja — me abstendré de decírtelo porque lo tendrás que leer tú mismo.

— ¿Tanto miedo tienes? — pregunta con un leve toque de gracia— Nunca te había visto tan vulnerable frente a mis ojos.

— Quizás he cambiado.

— ¿Puedes darme una pista sobre lo que sabré? — ella rueda sus ojos. Su mente se niega por completo a cualquier interacción con Druig, pero su cuerpo le pide otra cosa— ¿tan malo es, mi preciosa diosa Aleska?

— Cállate.

Sus ojos se miran fijamente durante unos pequeños segundos. La pone nerviosa y él se está empezando a dar cuenta de ello. Es un efecto que en más de cinco mil años él no había podido lograr.

She knows what I think about. And what I think about. One love, two mouths. One love, one house. No shirt, no blouse. Just us, you find out.

— ¿Tendré que averiguarlo?

Aleska corre su rostro a un lado cuando se acerca más de lo que debería y, aunque quiera alejarlo, disfruta sentir cómo su aliento choca contra su piel de gallina. Muerde su labio cuando Druig succiona el lóbulo de su oreja y su mano se posiciona en su cintura apretándola. Sus manos evitan tocarlo pero aunque sea muy fuerte, es inevitable no rozar las yemas de sus dedos en sus brazos.

— Aléjate— susurra cerrando sus ojos mientras sus piernas tiemblan y deja sus uñas clavadas en sus músculos— Druig...

— Casi nunca me llamas por mi nombre, hermosa — analiza separándose de su costado, estaba a punto de besarla pero ella lo para colocando su dedo índice en sus labios

— Ni siquiera lo pienses.

— Estoy pensando muchas cosas— murmura tomando su mano y lamiendo su dedo, un jadeo se atasca en su garganta sorprendida por las sensaciones que tiene— vamos a mi cabaña un rato.

— Sí, claro, soy de las fáciles— responde con sarcasmo volviendo a su seriedad de siempre. Él ríe conteniendo las ganas de hacerla suya.

—Eres tan única y hermosa, mi Aleska.

Si le hubiese dicho eso hace dos mil años, le hubiese dado un golpe en la cara. Pero ahora, el simple hecho de que añada el mi en todos sus alagos hacia ella, la hace sentir mariposas... en lugares extraños.

Carraspea su garganta volviendo a la realidad y se pone recta yéndose (simulando tranquilidad). Al llegar a su cabaña, cierra la puerta enseguida y se pellizca a sí misma para asegurar que no está soñando. Traga en seco asustada. No enamorarse se está complicando más de lo que cree. Arregla su cabello tomando el libro al lado de su cama y sale con rapidez por la puerta trasera en dirección a la casa del jefe de la villa.

Entra con discreción dejando la lectura en su cama de madera. A punto de irse, su vista cae en su ropa, donde se acerca con curiosidad hallando el abrigo que ella misma le hizo. Oculta una sonrisa en su rostro mientras sus mejillas se sonrojan levemente, pero cae en cuenta de lo que hace y se regaña a sí misma frunciendo su ceño. 《 ¿Yo sonriendo gracias a él? imposible.

Sale de ahí lo más rápido que puede y se encierra en su hogar acostándose en sus mantas en el piso. Mira fijamente la vestimenta en sus manos. ¿Qué? Traerse su abrigo la venció. Inhala el olor y aprieta su mandíbula al reconocer el olor tan peculiar de su compañero.

Area la distrae haciéndole varios sonidos— Sé lo que me tratas de decir y no va a pasar — le niega enseguida.

El ave hace un sonido decepcionada.

— ¿Cómo crees que voy a estar con él? es presumido, le gusta controlar hasta una mosca y... Tiene unos ojos increíbles y unas manos... — susurra lo último. Jala su cabello callándose — Area ¿que hago? Esto es frutrante, no lo entiendo. Todo cambió desde lo que pasó y... Maldita sea, lo odio por hacerme sentir así.

Area hace un pequeño bullicio emocionada, Aleska rueda sus ojos.

— Sólo entiendes lo que te digo porque eres un ave trueno, sino, ni siquiera tendrías consciencia — el ave le tira un pedazo de maíz en la cara ante el insulto y ella ríe levemente.







¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐄.𝐓 | Druig 《 completa en español✔︎ 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora