Capítulo 31.

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El Zorro Silencioso.

– Dimensión AT-291231 –

Estaba sentado al borde del acantilado, miro una ciudad a varios kilómetros mientras a sus espaldas se llevaba a cabo una pelea... Bueno más bien una masacre unilateral.

Sobre su cara había una elegante máscara de zorro que iba con su cabello color plata, giro su cabeza y se encontró con una figura humanoide envuelta en un manto negro harapiento, parado sobre los restos mutilados de Goblins y Orcos, donde debía tener las manos había dos cuchillas de un solo filo que goteaban la sangre de aquellos a quien acababa de matar.

No había movimiento de su parte, ni una respiración o latido del corazón, nada. El chico con La máscara de zorro movió su mano hacia el y un aura azulada lo cubrió antes de volverse solo un cubo de cristal con extraños grabados de cada lado. Levito a la mano del chico y hay desapareció en uno de sus tatuajes.

Con un ademán en el aire una ventana holográfica se manifestó, en ella mostraba la imagen de un hombre. Sonrió de forma divertida debajo de la máscara y se lanzó al vacío.

Cayó más de cincuenta metros y aterrizó de pie con la delicadeza de un gato, no produjo el mínimo ruido, incluso el terreno arenoso bajo sus pies no se inmutó.

Metió sus manos en sus bolsillos y emprendió su caminata de forma tranquila a través del valle.

...

...

La ciudad estaba dentro de enormes muros de más de diez metros de alto y dos metros de grosor, hechos de una piedra especial, grabado con Glifos para dispersar los impactos y absorber la energía natural del entorno para mantenerse funcionando.

Un guardia armado con una lanza de hierro resguardaba el Este de la ciudad, se estaba en Rango Hierro Nivel 2, podía mantener la compostura si media docena de Gnolls aparecía.

Se levantó y empuñó su lanza cuando miro una figura humanoide que se acercaba a lo lejos. Nadie se atrevía a cruzar el valle solo o sin protección, pero el sujeto con la Máscara de Zorro podía valerse por si mismo.

Saco su mano derecha de su bolsillo y con un leve resplandor azul, una tarjeta negra apareció en su mano. El hombre sudo frío, era una placa negra.

"<¿Un Mercenario...?>"

No tenía palabras, el enmascarado guardo su placa y espero a que el hombre saliera de su letargo y abriera la puerta.

"<Alguien va a morir>"

Pensó el hombre antes de cerrar la puerta después de dejarlo pasar.

Pongámonos al tanto. El nombre de la ciudad era Merkil, una ciudad libre donde múltiples razas convivían y las personas aquí vivían de la minería, comercio o servían como cazadores.

Con una población de más de dos mil personas variando según la temporada, se encontraba en un valle dominado por monstruos Rango Hierro y Bronce, era donde varios Jugadores venían a subir de Nivel.

El enmascarado entro a la ciudad, personas de todas las razas caminaban por las calles sin prestarle mucha atención pues había cosas más extrañas que alguien con una máscara.

Humanos, Nidens, incluso otras razas como los antisociales Drows. Todos convivían aquí.

El piso temblaba con cada paso que el enorme Ogro daba, una pesada caja de madera reposaba en sus hombros y era seguido por dos humanos que bromeaban con este mismo.

Para el enmascarado era un verdadero alivio estar en un lugar donde lo raro era normal. El común era el idioma dominante en el lugar, múltiples carteles con escritura en este idioma colgaban de los edificios y uno llamo su atención.

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