Yeosang

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Delivery

"El amor es un bastardo" piensa Yeosang, arreglando la cama

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"El amor es un bastardo" piensa Yeosang, arreglando la cama. La última relación que tuvo fue un completo fiasco, y la chica con la que se hablaba lo bloqueó de todas sus redes sociales. Lo ghosteó. Alguien toca el timbre de su casa y él va a abrir, dejando la cama a medio ordenar. Cuando abre la puerta, se encuentra con una chica sonriente y vestida completamente de naranja, con una vincha de orejas de zorro, y una caja.

―¿Yeosang?― pregunta. Él asiente.
―Sí.
―Este es el pedido que hiciste hace un rato. Lamento la demora, tuvimos algunos problemas con los pedidos y nos confundimos.
―Ah, gracias. No hay problema, pensé que llegaría más tarde― sonríe Yeosang, amable.
―Déjame buscar...
―Lo pagué por la web.
―Ah, okey. Entonces, toma― la chica le da la caja―. ¡Adiós, y gracias por elegirnos!

Yeosang se despide con una reverencia y cierra la puerta, suave. La chica se pone la mochila y se acerca a su motocicleta, quitándose la vincha. Se pone el casco y sale, yendo a su próximo destino. Odia los días especiales en el trabajo. La obligan a vestirse de manera ridícula y usar la ridícula vincha, por la cual los hombres mayores que piden su almuerzo en el restaurante la miran con deseo y ebriedad en sus ojos. Odia ese sentimiento, pero necesita el dinero, necesita estudiar lo más pronto posible para lograr que su novio cumpla su promesa.

Mientras la chica del delivery hace su recorrido, Yeosang deja la caja con pollo frito en la mesa y va a terminar de hacer lo suyo: arreglar la cama. Murmura algunos insultos hacia la chica que desapareció sin explicaciones, algunos insultos hacia la vida, que no le permitió lograr algo con ella, por mucho que él lo quisiera. Aun así, termina y va a comer su comida, molesto, revisando sus notificaciones. Hay una de la web del restaurante, así que la lee, curioso. Es sobre el delivery y qué tan bien estuvo el trabajo de la chica, que le dé cinco estrellas, y otras cosas. Lo piensa un momento, observando los anuncios brillantes. Le da las cinco estrellas, y escribe una pequeña reseña. No es mucho, lo único que ella hizo fue llevarle la comida que pidió.

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―¡Yeo, ven!― uno de sus amigos lo llama, mientras él camina hacia la mesa.

Lo invitaron a tomar algo, quizás a comer, así que vino. Normalmente diría que no, pero se había aburrido de estar en casa. Se sienta al lado de él y ve a la chica del delivery, con el rostro serio y ropa más normal que la que tenía la última vez. Le sonríe y ella asiente, pero nada más.

―¿Cómo estás?― le pregunta a su amigo.
―Bastante bien. Te presento a Hyeon, mi novia― sonríe su amigo.
―Es un gusto― dice Hyeon, sonriendo.
―El gusto es mío. ¿Ya pidieron algo para comer?
―Sí, lo estamos esperando. Llegaste justo.
―¿Por qué me invitaron? Casi nunca lo hacen.
―Es especial― tercia otro―. Hyeon y Seungmin tienen una sorpresa.
―¿Cuál?― Yeosang los mira, curioso.
―Pienso proponerle matrimonio a esta bella joven de aquí― Seungmin abraza a Hyeon, que sonríe, aunque se ve tensa.
―Genial― sonríe.

O N E S H O T S {Ateez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora