Глава 19

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La vida era muy buena para mi, tenía un maestro que hiban a la mansión a darme clases, la señora Lupe me estaba enseñando a cocinar y a tejer, yo le ayudaba con lo que podía, le ayudaba a limpiar la casa, a lavar y con el jardín.

Cuando cumplí años Austria, (Me pidió que ya no le dijera señor.) me regalo todo el jardín para mi solo, podía plantar todo lo que quisiera y decorarlo a mi gusto. Pero el tenerlo también involucraba sus responsabilidades, no me importaba tenerlas al contrario se me hacia más divertido.

Recuerdo una vez cuando tenía ocho años, hiba a regar los nuevos rosales que había podido plantar cuando lo vi; sentado en el pasto con los ojos cerrados, parecía estar tan tranquilo.

— ¿Qué haces? — Pregunté, el ahora tenía dieciséis años, me doblaba la edad pero eh de admitir que en ese entonces me gustaba.

— Medito. — Me respondió sin abrir los ojos.

— ¿Qué es eso? —

— Es mi forma de desetrezarme. — Abrió uno de sus ojos para verme sereno. —¿Quieres intentarlo? —

— No creó que yo pueda hacerlo. — Jugué con mis manos mientras veía el suelo nervioso.

— Si no lo intentas, ¿como vas a saber si puedes o no? —

— Bien, ¿pero que hago? — Me senté en el pasto de la misma forma que el estaba, creó que la forma se llamaba flor de loto.

— Solo relajate y cierra tus ojos. — Cerré mis ojos para tratar de relajarme, sentía el viento dar en mi rostro. — Siente como el aire pega en tu rostro, ¿escuchas eso? —

— Sí, son pajaritos. —

— Escucha todo lo que hay a tu alrededor. —

— .... Escucho a los pájaros cantar, se escucha el viento. —

— ¿Sientes algo? —

— .... Sí, siento el pasto debajo de mi. —

— Felicidades, ya sabes meditar. —

— ¿¡Así de fácil!? — Abrí mis ojos con sorpresa, no puedo creer que fuera una cosa tan sencilla.

— ¿Esperabas algo más? — Vi cómo trataba de retener las carcajadas.

— ¡Pensé que hiba a ser más difícil! —

— Pues no, eso es todo. —



























Después de un tiempo cumplí los trece años ahora, era mi fiesta de cumpleaños, la verdad ni yo sabía cuando era mi cumpleaños pero Austria se encargo de encontrarlo en los documentos antiguos de su sucesor; volviendo, los únicos invitados eran Lupe y Austria, mi familia.

Lupe me hizo un pastel de chocolate blanco, Austria me regalo un gran libro sobre botánica, unos cuantos dulces y peluches, era tan feliz pero un orrible dolor en mi estómago me hizo dejar de comer pastel. Parecía que mis oídos habían dejado de funcionar, solo veía reflejada preocupación en los rostros de ambos; Austria se acercó a mi, un dolor aún más fuerte se presentó, sentí un líquido bajar por mis piernas, baje mi mano hasta mis pantalones.

Preocupado toque donde sentía húmedo, cuando la vi me entró uno de los peores terrores que he sentido. Había sangre en mi mano.

Todo se volvió negro después de eso, desperté en mi cama con mi pillama puesta, antes de poder sentarme Austria entró con una bandeja, en ella había un plato con sopa, un vaso con jugo de naranja y chilaquiles mis favoritos.

Мафия Donde viven las historias. Descúbrelo ahora