Глава 23

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Alemania se mantenía quieto en su asiento, sabía que si trataba de hacer algo terminaría en una cama de hospital pero sabía que tenía que hacer algo respecto a Polonia, por más rencor que le tuviera ahora la mujer tenía una bebé de la cual cuidar y no era tan cruel para dejar a una niña sin madre, no de nuevo.

— Disculpe. — Dijo levantandose para captar la atención de los asaltantes. —La señorita tiene una gran herida en la cabeza además está sangrando demasiado, eso podría costarle la vida a ella o a su bebé. Solo déjeme acercarme para llevarla a hospital o mínimo déjeme detener el sangrado. —

— ¿Tai embarazada weona? — Pregunta el chico que habló hace rato.

— S-sí, t-tengo tres meses. — Contesta tartamudeando.

— ................ No puedo dejar que la saques antes de que nos vallamos, tratale la herida pero si intentas algo. —

— No haré nada. — Alemania se acerca con las manos en alto en señal de que no haría nada. — Dejame ver. — La polaca acata la orden quitando su mano de su cabeza, el alemán tomó unas servilletas y algo de agua simple de una mesa. — Tengo que desinfectar la herida, te advierto que va a doler. — Antes de que Polonia diga algo Alemania coloca el papel mojado en su nuca, la castaña tapa con sus manos su boca para callar el grito de dolor que quiso soltar. El europeo aún en estar tan concentrado en tratar la herida siente la mirada del chico en él, decide ignorarlo y seguir en lo que estaba.

— Aún está abierta, has presión para que ya no salga tanta sangre, terminando esto te llevaré al hospital para que te pongan puntos. —

— A-Alemania, no te llamé para contarte que ya nació mi bebé. — El azabache la mira con duda. — Te llame pa-para decirte que me han estado investigando, a-ayer un tipo me siguió cuando Bélgica y yo paseábamos a la bebé. Me preocupa porque solo tu familia sabe donde resido. — Alemania pone sus ojos en blanco, ya tenía idea de porque la estaban siguiendo, miró sus manos las cuales estaban llenas de la sangre de la polaca.

— Creo que la mina ya está mejor, a tu lugar niño. — El chico toma a Alemania de un hombro para llevarlo a su mesa.

— Oshe boludo vení para acá. — Otro hombre se acerca al chico que lo llevó a su mesa. Los dos chicos se alejan, no podía escuchar lo que decían pero por como el que parecía ser el mayor parecía frustrado y estresado supo que algo no estaba bien, al principio dijeron buscar a una persona pero no se habían llevado a nadie.

— Bueno señores lamentamos este alboroto, yo no llamaría a la policía si fuera ustedes después lo sabremos e iremos por el idiota. — El grupo de hombres sale rápido de la cafetería, a lo lejos se podía escuchar el motor de un auto arrancar.

— Yara, ¿Todo bien causas? — El primero en hablar fue Perú con un tono preocupado.

— ¿¡QUÉ CLASE DE PREGUNTA IDIOTA ES ESA!? ¿¡NO VES QUE ESTOY SANGRANDO!? — Grita eufórica.

— .......... A excepción de la señorita ¿alguien más esta herido? — El resto de las personas niega, fuera de un fuerte susto nadie más estaba herido.

Alemania se acerca a Polonia, la sangre ya había traspasado el papel, retiro un poco el papel para ver como se veía.

— Vamos al hospital. — Cargo a la femenina en estilo nupcial sin olvidar ninguna de sus pertenencias, abrió la puerta del asiento del copiloto de su auto, después de sentarla el sube al asiento del piloto.

Pará su suerte no había mucho tránsito por lo que no le fue tan difícil llegar, se estacionó y cargo a Polonia, al llegar la acostarom en una camilla para darle atención médica. Cuando se sentó en una silla de la sala de espera una enfermera se acercó a él con una hoja de datos.

Мафия Donde viven las historias. Descúbrelo ahora