Глава 11

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  & 1 semana antes de la hora cero &

— España. — Susurra Rusia viendo la ventana de su ahora oficina.

— ¿Qué? — Preguntan Ucrania y Alemania, después del percance de unos momentos los tres hermanos trataban de idear un plan contra el austriaco.

— Austria no quiere que me acerque a España, el debe saber algo que pueda afectarlo y por eso no quiere que lo vea. — Aclara dándose la vuelta en dirección de los dos europeos.

— Pero no sabes nada de él, ni siquiera se presentó cuando te ascendieron a jefe. — Dice Ucrania confundido.

— Yo no, pero Папа sí. — Responde.

— ¿Qué te hace pensar que aceptará hablar contigo?, lo más probable es que no te resiva. — Contesta Alemania acomodando sus lentes.

— Lo hará. —

— ¿Por qué suenas tan seguro? No lo conoces para asegurar algo. — Dijo el ucraniano sirviendo vodka en un vaso de vidrio y tomar.

— Sí no me resive, no sabrá nada de su hijo. — Ante lo dicho Ucrania escupe el licor y Alemania lo mira sorprendido.

— ¡Pero su hijo está muerto! — Exclama tosiendo.

— No, no lo está. —

— ¿Cómo lo sabes? — Cuestiona el alemán.

— Revise los videos que lograron tomar las cámaras que pusimos en la mansión, el chico que entró por la ventana tenía una marca de nacimiento en el antebrazo izquierdo. —

— ¿Y eso qué? Nosotros tenemos marca de nacimiento, no es la gran cosa. — Dice Ucrania.

— Las marcas de nacimiento normalmente identifican a un miembro de una familia, como la de nosotros. — Dice Alemania entendiendo por dónde iba su hermano mayor.

— Ese chico tiene la misma marca de nacimiento que España. —

— ¿Eh? — Ucrania era el único que no entendía que decía.

— Cuando tomé el puesto de Папа, revise todos los archivos que tenía con la información de sus socios, entre ellos España, el tipo tiene una luna como marca de nacimiento en el antebrazo izquierdo, todos sus hijos tienen la misma marca en el mismo lugar. —

— Eso significa que Austria no mató al niño. — El ucraniano por fin entiende todo.

— Sí pero ¿por qué? — El europeo de lentes toma su mentón tratando de encontrar una respuesta.

— No lo sé pero es lo que menos importa, si logro tener contacto con España podré tener su apoyo. —

— ¿Le regresaras a su hijo? — Le preguntó el europeo rubio.

— ...... Tal vez. — Dijo regresando su vista a la ventana.

— Rusia, estas consiente que si logras convencer a España de estar de tu lado, tendrás que cumplir con los términos que él imponga. — Alemania lo mira fijamente.

— Sí Austria pudo doblegarlo yo también podré hacerlo. —

— Pero hermano Austria lleva más tiempo más en esto que tú, y España aún más que ambos. No creo que puedas con él. — Dijo el de tez amarilla.

— Sí me hace algo, podría matar a su hijo si me diera la gana. —



































— Папа necesito hablar contigo. — Rusia entra al bar ahora reconstruido, encontrando a su padre fumando un cigarrillo.

— ¿Sucede algo? — Voltea a ver a su primogénito.

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