06.

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—Podríamos ir a tomar algo un día de estos.

HyunWoo caminaba a su lado por el parque que estaba cerca de su casa.

Habían congeniado bien, HyunWoo era gracioso y le gustaba conversar con él. Nunca estaba demás hacer amigos nuevos. Se despidieron luego de conversar un rato más y HyunWoo se cruzó para irse por su lado. El parque era un lugar inmenso que abarcaba varias hectáreas, estaba lleno de sitios con glorietas para pasar el día, además tenía un lago colmado de cisnes y patos. Hoseok iba pensando en todas las cosas que tenía que hacer al día siguiente cuando algo llamó su atención. Mejor dicho, alguien. Cierto profesor que últimamente ocupaba gran parte de sus pensamientos.

Estaba recostado contra un árbol, a la orilla del lago y con un pato dando vueltas a su alrededor. La escena era digna de un cuadro de Monet. Sacó su celular y tomó una foto. HyungWon tenía un libro entre sus manos y su voz cavernosa se escuchaba a la distancia. ¿Estaba leyéndole a un pato? Ese hombre no se cansaba de ser irresistible. Lo observó unos minutos antes de acercarse.

—Escucha esto, Leo, te encantará: 'Su cuerpo era todo miel y perfume, y libertad, y seducción y tentación...' , ¿qué opinas de eso? —el pato graznó—. Oh, deja de hacerte el difícil, se que te gusta esa bonita plumífera castaña.

Hoseok sintió que su corazón se hinchaba de amor.

—Siento interrumpir esta acalorada charla... —dijo caminando hacia la curiosa pareja de amigos.

—Oh, mira, Leo. ¡Es Hoseok! Saluda, no me hagas quedar mal con un amigo.

El pato graznó de nuevo batiendo las alas.

—Impresionante —dijo sorprendido con el animal—. ¡Hola, Leo! Eres un pato muy inteligente.

HyungWon sacudió la mano, restándole importancia al asunto.

—No lo adules demasiado que tiene un raro complejo de pavo real—. Hoseok dejó escapar una risita y HyungWon sonrió también—. ¿Paseando?

—Vivo cerca de aquí. ¿Y usted?

—Ya sabes... —HyungWon se recostó hacia atrás en el césped. La amplia camisa color trigo se abrió un poco descubriendo sus clavículas. Hoseok apreció la vista—. Vivo la vida. Sólo lamento no tener una copa de vino cerca —se encogió de hombros y se llevó una mano a los ojos cuando un rayo de sol le dio de lleno en la cara—, pero aquí hay niños y Leo es un poco entusiasta del jugo de uva —Hoseok se echó a reír. Estaba decidido. Le encantaba demasiado mucho su profesor—. Me sentiría fatal si se ahogara por mi culpa.

—¿Puedo sentarme? —preguntó sin dejar de reír.

—Por favor.

—¿Qué lee? —preguntó recostándose al lado del alto, usando su mochila como almohada.

—Las cartas de amor de Henry Miller a Brenda Venus.

—Por lo que escuché sonaba interesante. Sigue con el tema del amor... A propósito, fue una clase genial la de hoy.

—¿Si? —HyungWon se llevó las manos detrás de la cabeza.

—Sus clases siempre se me hacen muy cortas.

—Tus compañeros no estarían de acuerdo
—Hoseok giró la cara hacia él.

—No esté tan seguro, hablan maravillas de usted.

HyungWon se giró y levantó las cejas.

—¿De veras? Ah, no estamos en clases, puedes hablarme informalmente. Me haces sentir un anciano.

—¿Puedo preguntar que edad tiene?

—Tienes —le corrigió—. Y tengo veintinueve.

—Eres muy joven todavía. ¿Mañana irás a la biblioteca?

Loser/Lover (2won)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora