— Desde que llegó no dejas de mirarlo. — Molestó Correa, frunciendo levemente el entrecejo — Parece que lo incómodas.
Y fue justo que el nueve de river pegó un pelotazo de zurda que chocó con el primer caño. Su frustración se notaba, era la tercera vez que le pegaba así de mal.
— ¿eh? No, nada que ver. — Reí nervioso, aunque había algo de verdad en lo que decía Ángel.
El jugador del Aleti me abrazó y mientras se reía caminamos hasta la mesa en donde había frutas para comer. Por suerte quedó en una bromita del momento y nada más, pero realmente había algo en Álvarez que llamaba mi atención.
Eventualmente los meses pasaron y la fecha 16 de las eliminarias hacía Qatar llegaron, por suerte fui convocado y tenía algo de entusiasmo que me hacía tener actitudes algo extrañas.
Los entrenamientos eras más exigentes, pero me agradaba tener que competir día a día, obviamente de manera sana. El grupo era demasiado unido.
No me tocó ser titular pero pude sumar minutos contra La Roja; partido difícil por ellos, que no se cansaban de ir fuerte y pegar, el árbitro parecía tener amarrillas únicamente para la albiceleste, pero salimos victoriosos de aquél partido.
Quedaba prepararnos para enfrentar a Colombia en casa, precisamente en Córdoba, mi provincia. Teníamos algunas bajas, pero nada que Scaloni no pudiera resolver.
— Es el cumple de Juli — Comentó Gio, mientras íbamos a la recepción.
— Ahora vamos a saludarlo. — Dijo Correa mirándome a los ojos, como queriendo buscar algo. Me reí ante eso, ya sabía lo que pretendía.
Esperamos que pusieran agua caliente en el termo de Gio y fuimos hacia donde estaba el cordobés sentado, rodeado de todos que lo felicitaba y le hacían maldad. Veintidós años cumplía.
— Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz. — Coreo Giovanni mientras lo saludaba con un beso en la mejilla y un pequeño abrazo.
— Que los cumpla Julián, que los cumplas feliz — Siguió Correa, haciendo lo mismo que Gio pero susurrandole algo que nadie pudo oír.
Él se rio.
Fue una risita nerviosa y algo tímida, pero al fin y al cabo siendo de las más tiernas que escuché. Algo en mi estómago se revolvió, quizás debía desayunar algo en cuanto antes.
Di María lo saludó con un pequeño abrazo y eso decía que me tocaba a mi, dudoso me acerqué a él y esperé a que pusiera el cachete para rozarlo levemente y hacer el ruidito. — Feliz cumple, Ju.
— Gracias, joyita. — Y ese acento hizo que de nuevo mi estómago se revolviera y los pelos de la nuca se erizaran.
— No, de nada. — Pude responder después de alejarme. Todos nos sentamos al rededor de él, parecía que por las bajas de covid y por las del partido anterior eramos muchísimos menos. Estar en una ronda con el cumpleañero alegró a todos de alguna manera.
— ¿Y al City al final? — Preguntó Lucas, que estaba medio recostado sobre Montiel. Julián lo miro y sonrió, moviendo la cabeza de arriba abajo.
— Sip, 27 millones. — Respondió pasándole el mate a Gio. Todos celebraron y lo felicitaron nuevamente mientras yo pensaba en lo mal que estaba en la Juve y la propuesta formal que hizo el City Grup para mi, todo era a puertas cerradas, pero algo en mi hizo que la piel se me eriza.
¿por qué sentía tanto interés por Álvarez? ¿Qué despertaba en mi? ¿por qué de repente ya no pensaba tanto en Ori y en querer volver con ella?
Lamentablemente esas preguntas quedaron en mi mente por un largo, largo rato.
Fue una semana después que la clasificación al mundial se hacía cada vez más fácil con el invicto y cada jugador se fue a su club correspondiente. Dos semanas después, con mi representante recibimos una oferta formal del Manchester city, 52 millones de euros por el pase completo o si no, 27 millones por la mitad del pase con opción de compra.
ahora, ¿me quería ir? sí.
La Juventus ya no me exigía nada, los jugadores muchas veces no combinamos y no había ninguna competencia entre delanteros para un crecimiento propio. Ya no me sentía cómodo en el club y quería tener mejores actuaciones para llegar a Qatar con mi mejor nivel.
Sabía que tarde o temprano, si era convocado, iba a tener que ganarme el puesto de titular y eso no sería fácil con Ángel, Julián, Lautaro, Di María y otros que buscaban vacantes en el puesto.
Así qué sí, armé la maleta y me encaminé a Mánchester.
Junio llegó pronto y con ello Julián Álvarez al club. A mi no me costó nada adaptarme, era un equipo unido y muy divertido, quizás mi inglés no era el mejor, pero la pasaba bien.
Recuerdo que él me abrazó fuerte después de su presentación al equipo y me agradeció por estar con el, cosa que me hizo temblar de pies a cabeza en el momento. No fue difícil aceptar que él me atraía muchísimo y quizás por eso mi constante atención a el.
No fue difícil estar día y noche con él, mirando pelis, jugando al fifa, al truco o a cualquier cosa que nos llamara la atención. No fue nada difícil estar con él.
No fue difícil enamorarme de él.
El primer beso que me animé a darle fue después del clásico que ganamos tres a cero, dos goles de él y uno mío, con dos asistencias mías y una de él.
En la cancha fuimos ganando lugar y pronto una titularidad indiscutible.
Mi nivel mejoró muchísimo y él solo hacía el triple de magia que la que hacía en River. Simplemente la dupla perfecta de gol; Las joyas aracnidas, nos apodaron.
El vestuario era una locura, todos celebraban, se abrazaban y grababan vídeos festejando. Era el primer clásico ganado en el año, una locura.
No sé si actúe por emoción, pero sostuve su cuello y junté nuestras bocas en un besito rápido. Nadie nos dijo nada, quizás nadie nos vio o no importaba, solamente seguimos festejando hasta que nos tocó irnos.
Ese fue el comienzo de nuestra historia.
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Aaaaaa me encantó escribir esto 🙁💙
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one shots
RandomHistorias cortas sobre futbolistas. Vení a hundirte en miles de emociones con nuestros protagonistas.