Pᴏᴇᴛʀʏ

Capítulo 3: Amigos por correspondencia, tal vez más.

➢ El lado romántico de Lan XiChen sorprende a Jiang Cheng, quién también se sorprende a sí mismo.

Lan XiChen estaba completamente perdido. Nunca en su vida pensó que un día vería al Líder de la Secta YunMeng Jiang ahogándose con un trozo de pan en público. El rostro de Jiang Cheng se tornó de un rojo brillante, tosiendo desesperadamente para desalojar el bocado de su garganta, el equilibrio y la arrogancia se habían ido. Los transeúntes curiosos habían comenzado a reunirse ante esta vista inusual.

Lan XiChen recordó cuando Lan WangJi una vez se atragantó con una fruta en su juventud, y cuando su madre le dio una palmadita en la espalda. Sin tener idea de cuán fuerte se acariciaba a un hombre adulto, se colocó detrás de Jiang Cheng, concentró la energía espiritual en su mano derecha y golpeó rápidamente la espalda encorvada de Jiang Cheng. Había usado más fuerza de la necesaria, pero Jiang Cheng inmediatamente expulsó el ofensivo trozo de pan al suelo y tosió violentamente un poco más, el enrojecimiento cedía de sus rasgos afilados. Pecho y espalda ahora con un dolor considerable, Jiang Cheng se alejó de Lan XiChen, todavía tambaleándose por su pregunta anterior.

Su pan plano apenas mordisqueado ahora yacía olvidado en el suelo cuando Jiang Cheng apretó los puños y preguntó. — ¿Qué acabas de decir?

Lan XiChen ciertamente le había preguntado si había pedido su mano en matrimonio. Un pensamiento ridículo pasó por la cabeza de Jiang Cheng. "¿Ese bastardo de Wei WuXian hizo esto? Él debe saber el contenido de mis estandartes nupciales, Lan XiChen es el que más se acerca, ¿entonces ese maldito manga cortada decidió gastarme una broma?"

— Perdóneme, no esperaba que el Líder de la Secta Jiang reaccionara tan ferozmente. — se disculpó Lan XiChen. — Hace dos días recibí una carta oficial de la secta Jiang invitándome a conocer a una cultivadora de YunMeng. ¿El Líder de la Secta Jiang recuerda haber enviado una carta así?

— Espera....¿no era de nosotros? — Jiang Cheng solo pudo pronunciar tontamente. Su mente acelerada no podía seguir el ritmo de sus pensamientos ni de la nueva información que Lan XiChen le había dado, desconocía totalmente el tema.

Lan XiChen parecía desconcertado. — ¿Qué podría hacer que el Líder de la Secta Jiang pensara que la propuesta era para usted y para mí? — suspiró. — Por su expresión, ¿puedo suponer que no estaba enterado de tal propuesta? 

A Jiang Cheng no le quedaban palabras. Por supuesto, en cualquier circunstancia normal, hablar de una propuesta de matrimonio enviada de un Líder de Secta a otro significaría la introducción de una parte femenina. Pero desde que Jiang Cheng fue testigo de la confesión de Wei WuXian y Lan WangJi en la cueva, era particularmente propenso a asumir la homosexualidad hasta que se probara lo contrario (como un mecanismo de defensa contra el impacto de descubrirlo por las malas). Recogió el último gramo de dignidad que le quedaba y volvió a poner en su rostro su habitual expresión de desagrado.