Especial: Despues de tu muerte

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Especialmente ese día los Recesos de la Nube estaban envueltos en un silencio muy común en el lugar, pero nada habitual, la tristeza y pesadez eran notorios para cualquiera, pero a que se debía todo esto?

Nada mas y nada menos que por la espera de la familia principal y discípulos, todos se encontraban afuera de el ala médica, esperando que alguien salga a informar el estado del discípulo principal de la secta, nadie más que el gran Hanguang-jun.

Muchos no entendían porque estaba en ese estado, y ya que en Gusu está prohibido hablar sobre alguien a sus espaldas, no podían obtener respuesta alguna, lo único que sabían es que su cuerpo se desplomó cuando se dirigía a habría la puerta donde su hijo y amigo se encontraban esperando.

Y por mucha mentira que pareciera, ese tranquilo discípulo, quien era seguido por muchos por su fuerza e inteligencia, estaba echo un mar de lagrimas, incluso podían asegurar que si su amigo no lo estuviera agarrando, hace mucho se habría desplomado.

Y no era el único, su Líder estaba casi en el mismo estado, solo que el no lloro, simplemente tenía una expresión perdida, daba pequeños tropiezos y pequeños espasmos se presentaban de ves en cuando.

Su tío, bueno el también estaba recibiendo atención médica debido a que seguía sin procesar el echo de que su sobrino, su pequeño sobrino, no habría los ojos a pesar de los esfuerzos de los médicos, no entendía porque, el era completamente sano, incluso eso sería de envidiar, en Gusu pasaban por un examen médico cada 6 meses, y no hace mucho había sido este, como siempre su sobrino obtuvo resultados perfectos en todo.

A pesar de que siempre estuviera con un rostro sin expresión, los discípulos le tenían mucho aprecio, pues sabían que a pesar de no mostrarlo, se preocupaba por todos hay y sobretodo por la secta, su sabiduría y consejos les habían ayudado mucho, apesta de no hablar mucho sus clases eran fáciles de entender, incluso entretenidas, ya que los discípulos abecés tenían que adivinar lo que su maestro quería decir solo con su expresión, lo que llego a convertirse en una competencia, la cual casi siempre ganaba Shizui.

A pesar de que siempre estuviera con un rostro sin expresión, los discípulos le tenían mucho aprecio, pues sabían que a pesar de no mostrarlo, se preocupaba por todos hay y sobretodo por la secta, su sabiduría y consejos les habían ayudado mucho, ...

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Finalmente su tortuosa espera llegó al final, la médico principal salió y se dirigió a el ex y actual líder de secta, sin embargo toda esperanza de los discípulos desapareció en un instante cuando su líder retrocedió y tubo que ser sujetado por los discípulos para no desplomarse, mientras su tío ya se encontraba siendo a tendido por médicos, este si se había desmayado.

Shizui no podía aceptarlo, simplemente no podía, si importarle las reglas corrió adentro de el ala medica y se abrazó con todas sus fuerzas a el cuerpo sin vida de quien fue su padre, las lagrimas no se hicieron esperar, y ahora manchaban la pulcra ropa de su padre.

Los discípulos entraron apresurados por lo que podría hacer Shizui, pero lo que vieron fue mucho más desgarrador que cualquier herida.

Nada es más doloroso que ver a un niño llorar desconsoladamente mientras se aferra a el cuerpo de su padre, el único consuelo que tenían era la expresión tranquila de el Segundo Jade, lo que les indicaba que no murio de forma dolorosa, incluso podían afirmar que él estaba feliz.

Solo déjame... protegerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora