Aprendemos y lo arreglamos, Campanita

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Dolores mordió su labio con fuerza, manteniéndose al margen de la zona de guerra que era el patio de la casa de la señora Gúzman, sólo escuchando los gritos desde una distancia razonable.

Los sonidos fuertes, las voces, los gritos, ciertamente ya no se sobre-estimulaba con ellos, pero si algo sabe, es que meterse en la pelea de palabras que Isabela a comenzado no es algo que le corresponda.

El entierro había pasado hace algunas horas, Isabela se había desaparecido unos momentos después de que terminó, y Dolores habría ido a buscarla, pero estar con su hermano era necesario en ese momento, así que con angustia, espero a que Isabela volviera pronto.

—¡¿Ni siquiera podías estar ahí?! —le gritó Isabela a la abuela, quien había estado hablando con la señora Gúzman hace tan poco tiempo. Cuando Dolores había notado a Isabella dirigirse a la casa de los Gúzman, la siguió sin pensarlo, todos habían estado reunidos en el patio delantero de la casa de la señora Bustamente, por lo que pudo distinguir fácilmente a su prima —¡¿Ni siquiera podrías pedirle perdón?! —Isabela se había ido directamente sobre la abuela, sus ojos llenos de enojo, fustración y tristeza, mirando más que nada a una desconocida frente a ella y no a su abuela. La señora Gúzman había dado un paso atrás para darle su espacio y Dolores sólo se quedó en silencio a unos metros detrás de Isabela.

—Isabela... Yo...—la voz de la abuela se tambaleó, y por un instante, Dolores pudo notar un sin fin de emociones en la mirada de la mujer mayor, muchas de ellas tan rápidas pasando que era un poco difícil distinguir que emoción era.

—¡Ni siquiera apareciste en su funeral! ¡Ninguna sola disculpa! ¡Ningún arrepentimiento! ¡Ni siquiera pareces arrepentida! —la voz de Isabela se rompió —¡Jamás debí intentar complacerte! ¡Si no lo hubiera hecho, Mirabel seguiría aquí! ¡Pero mi hermanita se ha ido y es culpa de todos nosotros! ¡Pero sobre todo, es culpa tuya! ¡Tu eres quien jodió el milagro! ¡Tú jodiste a esta familia! ¡Somos el resultado de tus errores! ¡MI HERMANA FUE LA CONSECUENCIA DE LO QUE NOS HICISTE! —Isabela comenzó a tener dificultad para respirar ante el llanto descontrolado, su pecho subiendo y bajando con rapidez —¡Me volví una hermana mayor despreciable por ti! ¡Fui perfecta por ti aún cuando lo odiaba! ¡Sangré perfección que no existía en mi para hacerte feliz! ¡Me comprometí con alguien que no amo para complacerte! ¡Me alejé y lastimé a mi hermanita por culpa de tu estúpida influencia! —Dolores, con lágrimas en sus ojos, intentó avanzar hacia Isabela, pero repentinamente, la tía Julieta había aparecido y arrastró a sus brazos a Isabela, quien se aferró a Julieta llorando con desesperación.  

Dolores sacudió su cabeza cerrando los ojos con fuerza, sus lágrimas simplemente no dejaban de salir y comprendiendo que no tendría más control si continuaba ahí, salió de la casa de los Gúzman, abriéndose camino (corriendo) a las ruinas de su antiguo hogar, donde sabía bien, no habría nadie más ahí.

Ciertamente, pasar a un montón de gente en el camino con sus ojos llenos de lágrimas sólo atraía miradas de lástima, comprensión, tristeza, miradas que ahora odia, porque, ¿qué podrían saber ellos acerca del dolor de su familia? ¿Qué podrían saber acerca de sus errores? ¿Qué podrían saber ellos acerca del dolor que le causaron a Mirabel? ¿Cómo podrían saber ellos del arrepentimiento que consume a su familia por llevar a Mirabel a morir? ¿Cómo ellos podrían saber de la culpa y odio que siente Dolores hacia sí misma?

Llegar a las ruinas de Casita no mejora nada, nunca lo haría, pero necesitaba un lugar conocido donde los gritos de dolor no se escucharán, porque Dolores apenas podía con su propia pena, ¿y lidiar con la de los demás? Era algo que definitivamente la hará colapsar. Y no merece eso, no merece arrepentirse, no merece sentirse triste por perder a Mirabel, no merece siquiera mencionar su nombre, después de todo, ¿Qué clase de prima que es capaz de escuchar todo no escucha la angustia de un miembro de su familia? ¿De su prima bebé? ¿Cómo Dolores no hizo más? ¿Por qué Dolores no escuchó más? ¿Por qué no entrometerse más?

Nunca suficiente [Encanto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora