Capítulo 6: Manchas y carcajadas

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Capítulo 6: Manchas y carcajadas.

Leah

No sé qué me pasa. No puedo dormir. Probablemente es por la cantidad de cafeína que ingerí cuando llegué a casa. Si probablemente sea eso. No es porque el estúpido paraguas está justo en la dirección que estoy mirando, al lado de mi cama, con un pequeño charco de agua debajo. No es porque me siento en deuda, y ciertamente no es porque odio deberles cosas a las personas. Es el café, tiene que serlo.

Lo único que quiero hacer ahora es dormir, mañana es mi último día antes de volver al último año para salir de aquí. Si no duermo no descanso, si no descanso no podré rendir bien en el primer día y tengo que rendir bien el primer día, si no, todo el plan se irá en picada y nunca podré escapar de este lugar.

Tengo que devolver ese paraguas, ahora.

Me convenzo a mí misma que no estoy nerviosa en el camino a la puerta de los vecinos locos, no lo estoy.

Me quedo parada allí, en frente de la puerta sin saber qué hacer, ni siquiera me peiné, o vi la hora que era. ¿Qué hora es? Estoy divagando, hago eso cuando estoy nerviosa.

No estoy nerviosa. No estoy nerviosa.

No. Estoy. Nerviosa.

Toco a la puerta, dos veces y de verdad espero que no me responda el, cualquiera menos el, su hermana o con quien quiera que viva, pero no el. Universo escucha mis plegarias por favor.

La puerta se abre de golpe y es él. Gracias por nada universo.

Por lo más sagrado, está sin camiseta, como puede atender a la puerta sin camiseta, estoy paralizada. Nunca me había paralizado delante de nadie, ¿Qué estoy haciendo? De seguro que lo estoy viendo como loca.

Sonrío para intentar encubrir que me lo acabo de comer con los ojos, y... ¡Madre del amor hermoso! ¡¿Por qué tiene que sonreír así?!

Me siento mal, creo que voy a vomitar, algo se está moviendo en mi estómago, esto no puede ser normal.

Tiene unos hoyuelos que acompañan su sonrisa de Colgate, su piel es muy blanca, como de leche, y ¡Por Dios! ¡Tiene lunares por todas partes!, ¿Es que alguien les está diciendo mis debilidades y él las está recreando en su cuerpo automáticamente?

Nos quedamos mirando fijamente sin dejar de sonreír, nunca había sonreído tanto tiempo en toda mi vida, mis mejillas se sienten extraño.

—¿Y bien? —me dice.

Reacciona, debes reaccionar.

—Hmm, esto, bueno, estaba intentando dormir ¿sabes? Y la cosa es que no podía, entonces... —y ahí estaba, divagando otra vez, y cuando comienzo a divagar es muy fácil distraerme, el chico tiene tinta por toda su cara, como si se hubiera pasado las manos, que por cierto, también están manchadas, por todo su rostro, es muy difícil seguir el hilo de mis pensamientos si sigo mirando hacia donde se dirige la tinta.

Paro de hablar e intento, de verdad que sí, contener la carcajada que se está construyendo dentro de mi garganta, pero no aguanto más y me largo a reír, como no lo había hecho antes.

—¿Qué es tan gracioso? —pregunta el desconocido no tan desconocido vecino con una cara de confusión.

—Es...qu...que, JAJAJAJAJA —y ahí voy de nuevo, no puedo parar de reír.

—¿Te pasa algo? ¿Necesitas ayuda? —cada vez que habla, las manchas azules de su cara se distorsionan y me río más fuerte. De seguro que ya cree que estoy loca.

Veo que la sonrisa que está reprimiendo por como sus comisuras se mueven. Le estoy dando risa, o pena. Me inclino más por la segunda.

Intento respirar y me calmo. Luego, lo miro.

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⏰ Última actualización: Feb 05, 2022 ⏰

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