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Para Wei Wuxian, el apocalipsis comienza en una gasolinera, con un bebé llorando y su madre moribunda, y una horda de muertos vivientes afuera. Todo l...
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Una ráfaga de aire frío se deslizó por el cuerpo de Wei Wuxian e hizo que se despertara con un grito ahogado, parpadeando adormilado ante el repentino ataque de luz naranja artificial. Por un segundo, no estaba seguro de dónde estaba o por qué le dolía la mejilla, pero luego se dio cuenta de que se había quedado dormido sobre el asiento del automóvil de A-Yuan, con el plástico duro del mango presionando su cara. Todo su cuerpo se sentía pesado, la fatiga desconectada de los últimos días dando paso a un cansancio profundo hasta los huesos, y le tomó un momento cambiar de posición y estirarse, tratando de reunir la motivación para moverse. A pesar de todo ello, sonrió al ver a su hermano esperando con impaciencia fuera de la puerta.
"¿Vienes?" dijo Jiang Cheng, y Wei Wuxian puso los ojos en blanco, bostezando. Estaban en un garaje, aunque a decir verdad se parecía más a un aparcamiento pequeño y extrañamente limpio. El jeep de Meng Yao ocupó uno de los espacios y la moto de Wei Wuxian otro. El convertible rara vez conducido de Huaisang estaba en la esquina, había una camioneta grande al lado, e incluso con la camioneta de Nie Mingjue ocupando un lugar más cerca de la puerta, todavía habían tres espacios de estacionamiento más, sin incluir en el que estaban.
"¿Es esto...?"
"El búnker de Huaisang. Sí. Estamos debajo de la entrada de coches ahora mismo."
Si estuviera menos exhausto, Wei Wuxian se habría sentido desconcertado, pero tal como estaba, simplemente sintió un leve zumbido de confusión. Parpadeó hacia Jiang Cheng, cuya expresión se suavizó, la preocupación arrugó su frente.
"Solo trae al bebé por ahora", dijo en voz baja. "Podemos desempacar el auto más tarde. Cuando hayas visto a Jiejie".
Jiejie. Jiejie estaba dentro. El alivio y la esperanza se elevaron en el pecho de Wei Wuxian, y asintió rápidamente, girándose para liberar el asiento del automóvil de A-Yuan. El bebé todavía estaba profundamente dormido, por lo que Wei Wuxian lo mantuvo atado, colocándose el asa del asiento sobre un brazo y la bolsa de pañales sobre el otro hombro.
Jiang Cheng lo condujo a una elegante puerta blanca, empujándola para abrirla y revelar un pequeño vestíbulo. Había dos corredores saliendo de él, y otras tres puertas, y el piso estaba cubierto de baldosas brillantes de color crema que le daban la apariencia de un hotel de clase alta. Las paredes estaban decoradas con hermosas pinturas de flores, árboles y paisajes, y a través de una de las puertas abiertas, Wei Wuxian pudo ver una pequeña sala de estar con una alfombra mullida y lujosa y varios sofás de aspecto cómodo.
No se parecía en nada a un búnker. Wei Wuxian estaba más confundido que nunca, pero luego una persona salió corriendo de uno de esos corredores y se convirtió en lo único que Wei Wuxian podía ver.
"A-Cheng, Meng Yao dijo-" Jiang Yanli se congeló, sus ojos se abrieron cuando se fijaron en Wei Wuxian. Tal como lo había hecho Jiang Cheng, se puso pálida, pero incluso mientras lo hacía, incluso mientras parpadeaba contra las lágrimas que brotaban de sus ojos, sonrió. "¡¿A-Xian?!"
