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Para Wei Wuxian, el apocalipsis comienza en una gasolinera, con un bebé llorando y su madre moribunda, y una horda de muertos vivientes afuera. Todo l...
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Wei Wuxian no podía respirar. Sus ojos se humedecieron, pero no podía parpadear, porque seguramente si parpadeaba, la cara del hombre cambiaría a la de un extraño. Lan Zhan no podría estar aquí. ¿Cómo podría estar aquí? ¿Por qué estaría aquí? ¿Cómo-?
¿Cómo estaba todavía vivo, cuando Wei Wuxian no había podido llegar a tiempo a la estación de tren?
Pero incluso mientras Wei Wuxian miraba, Lan Zhan se dio la vuelta y desapareció por la puerta detrás del balcón. Wei Wuxian se atragantó desesperadamente, pero no podía moverse, solo podía mirar porque cómo... quién... por qué...
Se escuchó un pitido, la puerta se abrió de nuevo y Wei Wuxian retrocedió estremeciéndose.
Pero solo un hombre corrió antes de que la puerta se cerrara detrás de él, y su rostro...
Era -
Es -
"¿Lan Zhan?" Las palabras salieron de su boca como un susurro, desesperado e incrédulo, y Wei Wuxian se tambaleó hacia adelante y luego echó a correr, con el corazón latiendo tan fuerte que estaba seguro de que iba a estallar. "¡Lan Zhan!"
No lo creía, no podía creerlo, dolería demasiado cuando la realidad lo golpeara, pero cuando chocó contra el pecho de Lan Zhan, un par de brazos lo rodearon con fuerza, y la voz que tanto había extrañado por tanto tiempo sonó ahogada, "¡Wei Ying!"
Una risa salvaje, parecida a un sollozo, salió de la garganta de Wei Wuxian, y él apretó de vuelta, presionando su rostro contra el hombro de Lan Zhan. Él incluso... incluso olía a Lan Zhan, él... "¡Lan Zhan, Lan Zhan!"
"Wei Ying", dijo Lan Zhan nuevamente, con urgencia, y con un sobresalto, Wei Wuxian se dio cuenta de que los brazos que lo rodeaban estaban temblando. No podía recordar haber visto temblar a Lan Zhan antes, y mucho menos sentirlo. "¿Estás herido?"
Wei Wuxian vaciló, su cabeza dando vueltas. Lo estaba, pero también no lo estaba. Todo dolía, pero no estaba sangrando mucho, no se estaba muriendo, y Lan Zhan, Lan Zhan estaba aquí, ¿qué importaba si estaba herido cuando...?
Lan Zhan lo empujó, sosteniéndolo a un brazo de distancia con un agarre de hierro. Había miedo en sus ojos, un miedo que atravesó el corazón de Wei Wuxian como un fragmento de hielo. "Wei Ying, ¿estás herido?"
"Estoy bien", dijo sin aliento, "pero, Jiang Cheng, A-Yuan, ellos-"
"Xiongzhang está con tu hermano", dijo Lan Zhan, sus manos se suavizaron ligeramente. "Xue Yang ha sido capturado. Todos están a salvo." Las rodillas de Wei Wuxian se doblaron y lo enviaron a estrellarse contra el suelo, pero Lan Zhan lo atrapó con un jadeo agudo y un grito. "¡Wei Ying!"
"Estoy bien", jadeó Wei Wuxian, mientras Lan Zhan lo ayudaba a arrodillarse. Lan Zhan también se hundió, arrodillándose ante él, con las manos todavía sobre los hombros de Wei Wuxian. Sus manos, Wei Wuxian podía sentir sus manos, estaban allí, Lan Zhan estaba allí, él estaba ahí, esto era real, y Wei Wuxian podía sentir lágrimas en sus mejillas, y dejó escapar una risa ahogada. "Solo estoy... estoy tan aliviado, yo..."
