Lán Xichen lo único que sabe es que debe salvar su Imperio y a la única familia que le queda, así tenga que modificar su título de emperador de Gusu
Nie Mingjue lo único que sabe es que no va a dejar que nadie pase por encima de su imperio, no sí el...
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Lan Xichen había estado cuidando bien de los muchachos, sus clases marchaban de maravilla haciéndolo sentir orgulloso de sí mismo, hubo una ligera epidemia entre las concubinas y fue necesario que Mingjue fuera alejado de ellos para que no fuera contagiado, en cambio comienza a comer con Xichen en sus habitaciones privadas, casado un día Mingjue azoto sus palillos contra la mesa
–Entretenme...—Xichen frunció sus cejas bajando su comida, sus ojos se encontraron —¿Cómo debería hacer eso?—Mingjue rodo los ojos mientras veía su comida con decepción —Habla, haz algo, lo que sea—sus hombros se encogieron restándole importancia, Xichen frunció sus cejas suspirando –Bueno yo no estoy acostumbrado en hablar, sabrá que en Gusu no estamos...— sus labios fueron interrumpidos por el dedo índice de Mingjue shuseandolo
–Creí haberte dicho antes que no estabas en Gusu ya, que lo que sea que tenga que ver con tu imperio no me importa— Xichen se atraganta con su saliva pero encoge los hombros, no le gusta el tono que está usando
Comienza un relato vago, de lo que ha pasado y que los sirvientes le cuentan mientras está ahí con los niños, habla tanto que se da cuenta que no está comiendo en absoluto porque no sabe cómo hacerlo porque la voz de su tío lo molesta en su hombro diciendo una y otra vez que es irrespetuoso comer y hablar al mismo tiempo... lamentablemente para el las ideas están demasiado arraigadas en su cerebro y se siente una traición hacer algo en contra de su formación, al final cuando Mingjue termina de comer pide que sus alimentos sean retirados sin importarle los tazones medios vacíos de Xichen en cuanto los sirvientes se van, este se pone de pie sin querer oír más de los parloteos de su cónyuge
Así es como pasan la semana, algunas veces Mingjue no vendrá con el humor de escucharlo y le pedirá que se calle antes de que empieza, dándole la oportunidad de comer en paz, algunas veces Mingjue lo hará cambiar de temas una vez tras otra porque considera que sus temas se hacen aburridos con el tiempo y cada vez que lo dice su pecho se hunde, no le gusta que le digan que es un aburrido cuando muchas personas habían considerado que charlar con él era de las cosas más maravillosas que habían tenido por su basto conocimiento
Suspira mientras toma algunas verduras salteadas y más arroz, Mingjue no le ha mostrado su comida, no le ha mostrado a comerla ni que es, sus platillos típicos y se supone que es su deber como cónyuge hacerlo, no sabe. No puede decir que está harto de algo que ha comido por años porque no lo está pero le encantaría tener un poco de lo que Mingjue come porque se ve bien y de alguna forma despierta su curiosidad pero todo es carne, tiene especias y tiene que hacer la transición con cuidado o va a sufrir
Hoy Mingjue parece querer escucharlo, feliz habla sobre la diferencia entre algunos mangos que utiliza para sus pinceles —¿Por qué no comes carne?—pero así como Xichen parecía tan erudito a las cosas de fuera, se le olvida prestar atención a los rumores que lo rodean sobre todo en un lugar donde no lo quieren, una de las concubinas había estado muy celosa de que Xichen tomara tanto tiempo con Mingjue ahora que la mayoría de ellas estaba enferma así que, que mejor que decir que alguien esta envenenando su comida
