Capítulo 50: Pasos cortos en la guerra

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Harry Potter, pertenece aJK Rowling. Tokyo Ghōul, pertenece a Sui Ishida.

1.- Fem-Harry tiene que ser un Ghoul, eso está implícito.

2.- El harem de mínimo siete, tiene que tener a Lily, Hermione, Daphne, Padma, Susan, Kaya y Tōka si o si, decide las otras dos, e incluso puedes agregar a más chicas, siempre y cuando las seis estén.

3.- NO es un Cross, solo vamos a usar el Ghoul como criatura mágica, a Tōka, Kaya, el Kagune y nada más de Tokyo Ghoul.

4.- La criatura Ghoul tiene que ser endémica de Japón, es decir: difiere de los Ghouls que ya existen en el canon de HP.

5.- Por naturaleza los Ghouls son... agresivos, así que el Fic tiene que ser bastante oscuro y sangriento.

6.- Quiero golpes para Snape, Ronald y Draco. Aunque bueno esa regla es más específica para ti que parecer tener alguna especie de.... aprecio por la mierda esa de Snape.

7.- (Lo de la relación incestuosa por supuesto está implícita también, pero por si acaso, la agrego)

8.- El Fic tiene que comenzar en el tercer, cuarto o entre esos dos años.

9.- Tiene que contener Lemons.

10.- Fem-Harry tiene que crear una empresa en el mundo mágico, para hacerlo evolucionar, yo que se una empresa de celulares mágicos (esta idea fue tomada de Godfather and Godson by Mark_Ward)

11.- Tiene que haber un altercado con el mundo Muggle, no solo como referencia a Tokyo Ghōul sino también para que se demuestre aún más esa separación entre mundos.


Corte AKA Harén: LilyPotter, Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil, Susan Bones, TōkaKirishima, Pansy Parkinson, Kaya Irimi, Narcisa Malfoy.

Artemisa: Una Ghoul en Hogwarts (Segunda Versión)


Cuando el Duende la vio, la reconoció inmediatamente, e hizo una seña con su mano derecha, y dos Duendes se acercaron. La mujer abrió sus labios, pero el Duende fue más rápido. —Madame Bones, tengo entendido que está siendo esperada, por su majestad: Roodnast.

La jefa del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica, fue guiada por un pasillo, ascendió por unas escaleras, dobló a la derecha, siguió por un pasillo, ascendió por más escaleras, y se encontró con el rey Duende: Roodnast.

—Bienvenida, madame Bones, ¿en qué podemos servirle? —preguntó el rey.

—Su majestad. Estoy aquí, por parte de todo el cuerpo del Honorable Ministerio de Magia del Reino Unido —comenzó Amelia. —Usted se estará preguntando, el motivo por el cual entonces, si es así, no se ha presentado ante usted, el propio Cornelius Fudge, al ser nuestro Ministro de Magia, ¿verdad?

El rey se quedó en silencio, por un momento. —Sí. Esa es, sin lugar a dudas, una fuerte duda que me ha entrado, después de escucharla, Madame Bones.

Amelia tomó aire. —Majestad: El Ministro Fudge, pasó dos años completos, negando el regreso de Tom Sorvolo Ryddle, también llamado: Lord Voldemort. Cuando él mismo, tuvo que admitir que verdaderamente él, estaba de regreso y que estaba vivo, se encontró con que toda la población mágica del Reino Unido, se volvió en su contra, por no haber escuchado, a quienes se lo advirtieron, en primer lugar. —El rey solo acarició su barba, eso tenía sentido. —Cuando él mismo, vio a Voldemort regresar de entre los muertos y tuvo que admitirlo, fue cuando todos se volvieron en su contra. Recientemente, se evitó que Voldemort, accediera a Azkaban y sacara de prisión a posibles criminales, para así engrosar sus filas. Esto nos hace pensar, que aprovechará, el hecho de que el ministro Fudge tiene actualmente tan mala prensa y mala popularidad, que intentará colocar en el poder, a alguien que siga su línea de pensamientos o a alguien que esté bajo la maldición Imperius... —Amelia se detuvo, cuando el rey así se lo pidió. Lo vio fruncir el ceño y apretar su bastón con enfado. Incluso enseñar los dientes.

—Creo que ya sé, a dónde quiere llegar, Madame Bones. —Gruñó el Rey. —Y, permítame que se lo diga: no me gusta, lo que podría estar por escuchar.

Amelia suspiró. —Su majestad. Queremos proteger el Ministerio y a los que trabajan allí. Queremos proteger Hogwarts también. Y estamos dispuestos, a permitir que usted mismo, esté al mando, de toda la operación de los hechizos que disipan el Imperius y el Multijugos.

Los ojos del rey se abrieron con sorpresa, pero pronto se entrecerraron, con sospecha. — ¿Magos permitiendo, que los duendes, manejemos nuestra propia magia, cuando fueron USTEDES, quienes intentaron ya en varias ocasiones, asesinarnos, solo para ya fuera: arrebatarnos esa magia o que no la usáramos, ¿contra ustedes?

—Los tiempos cambian, su majestad —dijo Amelia. —Tom Ryddle, es un Mago Oscuro, como pocas veces se ha visto, en el país. (Quizás, solamente sobrepasado por Gellert Grindelwald) Estamos dispuestos a todo, con tal de mantener seguros, Hogwarts y el Ministerio. Si repelemos a Ryddle, impidiéndole tomar el control del Ministerio y de Hogwarts, entonces podremos arrinconarlo y eliminarlo. Estamos dispuestos, a llevar SUS términos, en el uso de esta magia, letra por letra.

El rey lo pensó. —Quiero que Kurlaff, Algras, Krugnot y yo mismo, estemos presentes. Nosotros mismos, colocaremos las protecciones. Algras y Kurlaff, estarán allí todo el tiempo.

Amelia alargó la mano, y el rey supo, que ella estuvo de acuerdo, así que le dio un apretón de manos.


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Dos días después, en una reunión privada, Amelia Bones fue colocada como Ministra, por el propio Cornelius Fudge.

Solo los más cercanos a ambos magos, tenían este conocimiento.


Al día siguiente de que Amelia fuera nombrada como Ministra de Magia, los duendes comenzaron a trabajar, dentro del Ministerio, colocando las protecciones que Amelia y Roodnast, vigilaron de cerca y comprobaron su uso y efectividad.

Tres extenuantes días de trabajo en el Ministerio.

Y otros tres días de trabajo en Hogwarts.


Un gran número de hogares, pertenecientes a trabajadores Ministeriales, fueron protegidos, por la magia de los duendes.


Durante el tiempo que los alumnos de Hogwarts tuvieron libre, y lejos del colegio, disfrutando con su familia, y aun cuando el director de Hogwarts juró y perjuró, que Hogwarts era el lugar más seguro sobre toda Gran Bretaña; las mismas protecciones duendes e incluso otras más poderosas, fueron colocadas alrededor del castillo.


Las mismas protecciones fueron otorgadas a Hogsmeade.


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Los Aurores pronto estaban marchando de aquí, para allá y todos ellos vestidos como magos civiles o como Muggles, protegiendo el país.

Los Mortífagos, criaturas oscuras y otros Magos Tenebrosos, a quienes Voldemort trajo de otros países europeos, se vieron arrestados en minutos, horas o días, por el eficiente trabajo de los Aurores.


Este sería un país protegido y que ganaría la guerra contra Voldemort, o ella dejaría de llamarse Amelia Susan Bones.


Voldemort no tendría el control de nada.

Y cuando intentara colocar a un Ministro que él mismo eligiera, ya fuera concertando una reunión extraordinaria del lado Oscuro del Wizengamot, o que él mismo colocara bajo el Imperius o un Multijugos, entonces la magia que los duendes proporcionaron al edificio Ministerial, entraría en acción, y ellos caerían por obra de un Incarcerus automatizado, eliminando el Multijugos; serían liberados de la maldición Imperius.

Cuando él descubra todo esto, gritará de rabia —pensó Amelia sonriente y divertida, desde su nuevo escritorio, en su nueva posición política.

Artemisa: Una Ghoul en Hogwarts (Segunda Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora