5- Apoyo

2.4K 370 201
                                        

Entre por una ventana, intentando hacer el mínimo ruido posible. Estaba en el salón, este se encontraba vacío y parecía estar así la mayoría del tiempo. Salí al pasillo, había una escalera hacia el segundo piso y una puerta que llevaba a la cocina. Me asomé por la puerta y vi a la madre de Satou limpiando, ni si quiera miró a su hijo cuando entró por la puerta, aunque él no había saludado tampoco, extraño. Me giré hacia las escaleras, subiéndolas con cuidado tratando de no hacer ningún ruido pero yendo lo más rápido posible ya que la invisibilidad no duraría mucho. 

Había tres puertas, una de ellas en una esquina por lo que asumí que no sería la de Satou y la otra estaba decorada con pegatinas de superhéroes y dibujos animados, debía ser la de su hermano. Me acerqué a la que quedaba...no puedo simplemente abrir la puerta. Pero no tenía tiempo de pensar en un plan coherente, cogí un juguete que había en el suelo, probablemente de su hermano, y lo tiré de nuevo. Mi plan funcionó y vi a Satou salir de su habitación confundido, bien, aproveché para entrar al cuarto y flotar hasta el techo. Y si, ahora mismo parecía un acosador pero era por su bien. 

Pronto volvió a entrar y se tiró a su cama suspirando, parecía cansado. Yo estaba justo encima pero por obvias razones no me veía. 

(TW)

'¿Realmente soy tan aburrido?' Suspiró 'No se porque lo pregunto si ya se la respuesta. Mis únicos amigos se están distanciando de mi' ¿Eh, desde cuando? No me había dado cuenta. 'Saiki solo sale conmigo por pena' ¿Quién te dijo eso? Lo mataré. 'En verdad no tengo a nadie' Vi como lágrimas se acumulaban en sus ojos. 'Si desapareciera no habría mucha diferencia, con el tiempo se olvidarían de mi y estarían felices. Si, eso sería lo mejor.' Puso su brazo sobre sus ojos y tuve que aguantar las ganas de mandar mi plan a la mierda y abrazarlo, contrólate Saiki. Por suerte la puerta se abrió de golpe dejando ver a un pequeño humano parecido a Satou que traía un videojuego en sus manos. 

-¡Hiro! Juguemos a el nue...¿Hiro?- Satou se levantó rápidamente limpiando las lágrimas que habían conseguido salir.

(Me voy a inventar el nombre del hermano ya que no sale en el anime) 

El niño corrió hacia su hermano, dejando caer el juego en el proceso. 

-Hey pequeño- Satou habló intentando que su voz no se rompiera mientras sonreía. 

-¿Qué te pasa Hiro? ¿Te has hecho daño?- se sentó junto a Satou, mirándolo preocupado al ver a su hermano aun limpiándose algunas lágrimas. 

-No es nada Haru, no te preocupes.- el niño no se veía convencido, pero lo aceptó. -Ven aquí- abrió los brazos y se abrazaron. -Veo que has traído un juego, ¿es del que no podías parar de hablar ayer?

-¡SI! ¿Podemos jugar? Por favor- le miró haciendo un puchero, Satou le revolvió el pelo riéndose.

-Vamos.- supe que era mi señal para salir. Cuidadosamente baje del techo y salí por donde había entrado. En la calle solo me quedé mirando el suelo, procesando todo. 

'Si desapareciera no habría mucha diferencia, con el tiempo se olvidarían de mi y estarían felices. Si, eso sería lo mejor.'

Él no lo haría, ¿verdad? 

Volví a mirar hacía la casa antes de teletransportarme a la mía. Repasé lo que había visto en mi cabeza una y otra vez, buscando nada en concreto. 


Me desperté tarde, no conseguí dormir hasta que no era ya de madrugada. Era Sábado y normalmente me emocionaría pasar dos días sin tener que aguantar a mis compañeros pero esta vez era distinta, no podía relajarme. Lo intenté, jugué videojuegos, vi mi programa favorito e incluso comí gelatina de café pero solo podía pensar en Satou. Una o dos veces use mis poderes para ver que hacía y cómo se encontraba. Al parecer solo pasó el día en su cama escuchando música, dudo que siquiera comiera algo. Al final del día me fui a dormir tras ver cómo se encontraba Satou, lo vi comiendo arroz en su habitación, algo es algo.

A la mañana siguiente, revisé a Hiroshi, para mi sorpresa estaba en la calle. 'Cualquier sitio es mejor que ese vertedero' Imagino que se refería a su casa, ¿qué había pasado? Pronto mi pregunta fue respondida por un flashback que estaba teniendo Satou. Salía el en su sale de estar frente a su madre, aunque él miraba al suelo mientras ella revisaba una hoja de papel. 

(TW)

-Te he dado todo lo que siempre has querido, tienes comida y un techo donde vivir- apartó el papel y le miró furiosa -¡¿Y así es como me lo repagas?!- gritó. Satou se encogió, jugando con sus manos. -¡RESPONDE CUANDO TE HABLO!- lo sacudió agarrándolo del hombro

-L-lo siento- 

-¿Lo sientes? ¿¡Lo sientes!?- le tiró las hojas a la cara -Si tanto lo sientes ponte a estudiar, INÚTIL.- escupió esto último con asco y se fue sin mirarle. 

El flashback terminó y volví a ver a Satou por la calle cabizbajo, vamos Saiki, haz algo. 

Me puse mi ropa rápidamente y me teletransporté cerca de donde él estaba pero fuera de su campo de visión. Lo que más quería hacer era acabar con la existencia esa mujer que se hace llamar su madre pero primero debía estar ahí para Satou. Cogí aire y me acerqué a él por detrás tocándole el hombro. 

-Hey Hiroshi- se giró hacia mi sorprendido, tenía los ojos rojos y un poco hinchados y sentí que me apretaban el corazón. -Estaba paseando y te vi un poco apagado, ¿estas bien?- no me importaba si me lo contaba o no, solo quería que supiera que estaba ahí para él. 

-Oh- empezó a jugar con sus manos de nuevo -No tienes que preocuparte, estoy bien- me sonrió y aunque sabía que me había mentido, su sonrisa era genuina.

-Que bien entonces, ¿quieres que vayamos a algún lado?

-¿Cómo una cita?




Policía ayuda esta intentando matarme-

-Oh dios mío lo siento- Satou estaba incluso más sonrojado que yo y moviendo las manos frenéticamente -no lo malpienses por favor- bajó la mirada 'SATOU APRENDE A CONTROLAR TU BOCA BOBO' Lindo

-No pasa nada, ¿eso es un sí?- le sonreí y estiré mi mano delante suya. Él solo asintió y la tomó. 


Caminamos hasta un restaurante y en todo ese tiempo no dijimos nada. Yo me estaba replanteando mi existencia así que no presté mucha atención a sus pensamientos pero imagino que él también. Al llegar estuvimos en silencio durante un rato hasta que Satou empezó a reírse después de pedir la comida. Le mire confundido.

-Perdón, perdón- controló su respiración y se calmó poco después. -es solo que hiciste una cara muy graciosa cuando la camarera dijo que tenían gelatina de café- empezó a reírse de nuevo. -seguro que no esta tan buena- le fulminé con la mirada y se quedó callado.

-Perdone, en realidad que sean dos gelatinas de café- la chica lo apuntó y volví la mirada a Satou. -cuando la pruebes te arrepentirás de tus palabras.


El tiempo se pasó volando juntó a él y pronto tuvimos que irnos, pero yo estaba ya feliz porque había conseguido conocer mejor a Satou.

-¿Quedamos otro día?- me preguntó.

-Claro, ¿el martes te parece bien?

-Perfecto, bueno, nos vemos.- ahí es cuando pensé que nos separaríamos pero estiró su mano por encima mía y me despeinó. Como si nada se giró y se fue, mientras yo sentía mi cara calentarse hasta que sentí que iba a estallar en llamas. Me teletransporté a mi cuarto justo encima de mi cama, durante el resto del día no pude pensar en otra cosa. Últimamente Satou era lo único que rondaba por mi mente, era extraño pero había conseguido acostumbrarme. 

Y así me dormí, recordando el sentimiento de su mano en mi pelo. 

Aburrido / Saiki x SatouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora