9- Plan

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Pensé que las cosas mejorarían, entonces el día siguiente llegó, y estuvo igual, sino peor, que el día anterior, y aunque le propuse volver salir en la tarde me rechazó nerviosamente y se fue. Pero como ya debes saber no me rendí ahí, con sigilo le seguí en silencio, viendo como empezaba a tener un flashback de día anterior.

Satou POV
Mi mano temblaba mientras acercaba las llaves a la puerta y la abría, sabía lo que me esperaba tras ellas y solo esperaba que ocurriera un milagro, el tiempo parara y pudiera volver a parque con Kusuo, solo nosotros. Él aún seguía mirándome así que tuve que actuar normal hasta que entre y cerré la puerta tras de mi.

(TW!!)
Un sentimiento enfermizo se apoderó de mi, tenía miedo de que lo de ayer se repitiera. Mi madre nunca había sido una persona violenta pero tampoco hablaba de sus emociones, se lo guardaba todo y lo soltaba con nosotros, o más bien conmigo.

La pude ver en el sofá sentada, esperándome probablemente, no podría pasar sin que me viera así que solo tomé aire y me prepare para lo que sea que viniera, seguido de eso entre a la sala lentamente.

-Hasta que por fin te dignas a aparecer- habló con ironía

-Mamá, yo- iba a explicarme, pero me interrumpió.

-¡No! No me importa donde o con quien estabas, no estabas donde deberías estar- bajé la mirada, ella tenía razón. Me sorprendió el toque suave de una mano en mi mejilla, la miré de nuevo - ¿Tienes idea de lo preocupada que estaba? ¿Cómo puedes hacerle esto a tu madre?- evité su mirada sintiéndome culpable. Quería hablar, disculparme, pero tenía un nudo en la garganta que me detenía -Hiroshi es de mala educación no mirar a la gente a los ojos- mis ojos estaban clavados en algún punto del suelo -¡Mírame cuando te hablo maldita sea!- la mano en mi mejilla se fue por un segundo, antes de volver rápida y dolorosamente. 

-Ni si quiera puedes hacer UNA cosa que te pido. Siempre te he dado todo lo que necesitabas, a ti y a tu hermano.- su tono se elevaba con cada palabra que escupía -YO os he cuidado desde que nacisteis, ¡¿Y  así es como me lo repagas?!- me empujó, no con demasiada fuerza pero aun así caí.

-Eres un inútil...- un golpe llegó directo  a mi estomago, quitándome el aire -bueno para nada -habló con asco mientras sentí otro dolor agudo. -desagradecido- sus palabras seguían viniendo pero se escuchaban más y más lejanas, aunque el dolor que recorría mi cuerpo me decía que aun seguía a mi lado. Dolía como el infierno, peor no me resistí, solo soltaba quejidos acompañados de lágrimas hasta que todo se volvió negro.

Cuando desperté estaba solo en el suelo del salón, me intenté levantar pero solo conseguí un dolor agudo por todo mi cuerpo. Lentamente me levante y hice mi camino hasta mi cuarto, mi cuerpo aún quemaba con casa paso pero lo aguante.

Saiki POV
El flashback terminó, y por una vez tenía la mente en blanco. No me podían importar menos los cientos de pensamientos de extraños que entraban en mi mente, no los oía. Solo era Satou.
Quise correr, pararlo y llevarlo lejos. Por primera vez en mi vida me sentía inútil, no sabía que hacer.

Volví a mi casa y pensé en la situación, repasando cada detalle.

Hiroshi dormía durante la mayoría de las clases mientras yo me encargaba de que los profesores no llamaran a su madre. Aún así tenía grandes ojeras y los ojos rojos e hinchados, de llorar supuse. La parte que más me preocupaban eran las numerosas heridas en su cuerpo. Satou había pasado del chico que nadie notaba al que todos miraban con pena al pasar.

Esta situación me estaba volviendo loco, claro que podría solo eliminar a su madre, pero quería hacer las cosas al ritmo de Satou, al fin y al cabo él aún la quería. Ese día de nuevo le recordé que estaba para él, intenté alegrarlo, saqué el tema de denunciarla de nuevo pero él se quedó callado y evadió de tema. No quería presionarlo pero no podría aguantar mucho más verlo así, su palabras seguían vívidas en mi mente:

'Si desapareciera no habría mucha diferencia, con el tiempo se olvidarían de mi y estarían felices'

Quería creer firmemente que no lo haría, pero algo en el fondo de mi cabeza lo dudaba y me decía que revisara que estaba bien. Si llegara a pasar lo salvaría aunque tuviera que ir a tras en el tiempo para salvarlo, sea como sea, no puedo perderlo. Que egoísta de mi parte.

Era temprano en la mañana cuando me desperté. Escuche los pensamientos de mi madre desde la cocina, a pesar de que a esta hora ella solía seguir dormida no pensé mucho de ello y baje. 

-Kuu! Buenos días.- me sonrió desde la cocina. -probablemente ya habrás leído mi mente, pero te lo diré igualmente- en verdad no le había prestado mucha atención a lo que estaba pensando -vamos a pasar el fin de semana en casa de tus abuelos- negué con la cabeza rápidamente, no podía dejar a Satou solo.

-No es un debate Kusuo- me miró ahora seria, no reaccioné pero en realidad no quería retar a mi madre -llevan mucho tiempo sin vernos.

-Yare yare- volví a mi cuarto para ponerme en uniforme antes de teletransportarme a la azotea del instituto. Tendría que usar mis poderes para revisar si esta bien, tal vez incluso teletransportarme a escondidas, si. Entre a mi clase, ya había un par de gente, incluido Kaidou. Pensé, su situación es parecida a la de Satou, tal vez podría presentarles. Le hice una señal para que se acercara, se congeló de la sorpresa pero vino segundos después. 

-Mira, conozco a alguien parecido a ti- "parecido" es exagerar, pero una mentira no hacía daño a nadie- creo que os llevaríais bien. ¿Tienes la tarde libre?- sus ojos se abrieron como platos e incluso brillaban de la ilusión, jamás negaría un nuevo amigo. 

-¡SI! Ehem, quiero decir...- se avergonzó -claro.- intentó actuar indiferente pero no me importaba mucho, ahora debía pensar como conseguir que Satou aceptara. Recordar lo que pasó con su madre me hacía sentirme enfermo, aunque también una ira violenta. Sacudí el recuerdo de mi cabeza, no servía de nada recordarlo. Kaidou se excuso fuera de la clase supuestamente para ir al baño, pero pude ver como empezaba a dar saltos de alegría en el pasillo con la idea de un nuevo amigo. 

Tal vez podría usar el truco de la otra vez, cuando la madre de Kaidou no quiso que se juntara con nosotros y rellené los cuadernos de ejercicios en 5 segundos. Tal vez si su madre ve que su hijo va a salir con alguien de buenas notas le dejará, claro que el peliazul no era el caso, pero yo podría convencerla.

En unos segundos ya tenía el plan perfecto y, después de la primera clase, me dirigí al aula contraria. No para contárselo, solo para pasar tiempo con él. Lleve aquel anillo, por alguna razón no me sentía cómodo escuchando sus pensamientos. Al verme asomarme por la puerta sonrió débilmente, heridas en su cara. Mi corazón se apretó, algo en mi esperaba que fuera distinto hoy. 

No tuvimos mucho tiempo para hablar, pero esos pocos minutos significaban mucho para mi. Hace unos meses no podría haber soñado de estar tan cerca de él, y aun así aquí estaba, con esas hermosas sonrisas dirigidas a mi. No podía evitar quedarme mirando en silencio a veces, él solo se burlaba o se avergonzaba. 

Hacía tiempo que había dejado de pensar en él como ordinario, técnicamente lo era, pero a la vez no. Era extraño, pero me sentía feliz con él, y eso era lo único que importaba. Él parecía disfrutar de mi compañía al igual, lo que no hacía mas que aumentar mi enamoramiento. Por ahora solo debo olvidar eso, no se fijaría en alguien como yo. Suspiré volviendo a mi clase.


Finalmente, la hora de salida. No tuve que llamarlo porque al segundo Kaidou ya estaba en mi mesa como un perrito emocionado, le indique que me siguiera y salimos del lugar. Durante el camino él no paraba de preguntar sobre mi amigo, aunque lo hacía de forma desinteresaba, esa mentira no funcionaba conmigo. Finalmente llegamos a su puerta y le pedí al peliazul que me esperaba afuera mientras que me acercaba a la puerta. Llamé. 

Aburrido / Saiki x SatouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora