Dejemos de ser Desconocidos

Capítulo 3

Luciana

Después de mi última clase, salgo de la universidad y tomó rumbo a Dolly's un local de comida rápida que por cierto vende las mejores hamburguesas de la vida y papas fritas, no olvidemos las delici papas fritas, pero lo que me enamoro de ese lugar fue el exquisito pastel de chocolate, juro que pienso en ese pastel y se me hace agua la boca, además de que llevo un hambre feroz.

Entró a Dolly's y repaso el lugar con la mirada y en una de la mesa del fondo veo a Journee con una mano alzada haciéndome señas, mientras que a su el lado izquierdo distingo la cabellera rubia de Beverly que tiene sus ojos enterrados en su teléfono. Camino hasta ellas tomando asiento en el lado derecho donde está la ventana.

- Hola.

- Por fin - se queja - siento que me voy a desmayar si no como algo ahora ya.

- Que exagerada - Habla la rubia sin quitar la mirada de su teléfono, el cual teclea con furia, es tanta la fuerza que ya veo que lo rompe - llegamos hace cinco minutos.

Miro a Journee extrañada, para saber si sabe porque la rubia irradia tanta furia.

- Está discutiendo con su nuevo compañero, el muy bastardo le dijo que él hacía el ensayo de no sé qué cosa, porque dudaba que una barbie tuviera la inteligencia suficiente para hacerlo.

- Que idiota más superficial. El tono de cabello o de piel no define tu inteligencia, ni habilidades. Eso es un estereotipo estúpido que se inculcó hace décadas de "las rubias no saben pensar".

>> No la conoce y no puede atreverse a insultarla, aunque tenga o no motivos. Además, la está juzgando sin conocerla y juzgar a alguien por algo tan estúpido no define, ni habla de quien es ella, pero si dice mucho de ti y de cómo eres. <<

- Es un niño mimado superficial que se cree la gran cosa - refunfuña la rubia - hablaré con mi profesor y pediré hacer el ensayo sola. Es la quinta vez que me pasa esto - se queja a la vez que lanza su teléfono a la mesa.

- Que se joda el hijo de puta - Habla Journee, pero su mirada y su atención están enfocadas en el menú - ahora a lo importante; ¿Qué vamos a comer?

Beverly le hace señas al camarero, quien no tarda en acercarse a tomar nuestra orden.

- Mi cuerpo necesita una buena porción de papas fritas y una Coca-Cola.

- Estoy enojada, así que voy por una hamburguesa con extra-queso y un jugo de naranja.

- Yo por mi parte estoy agonizando de hambre, así que quiero una hamburguesa, papas fritas, alitas de pollo, un burrito y un agua mineral sin gas, por favor.

Hasta el día de hoy desde que la conocí no me deja de sorprender todo lo que come y por lo que se, bailar quita un montón de energía, pero a Journee no solamente le quita energía, también le abre el apetito como si no hubiera comido en días.

- De verdad que te envidio, comes por montones y no engordas, yo como todo eso y tengo que vivir como por un mes en el gimnasio.

- Tengo buena digestión - se encoge de hombros.

- A propósito, hoy es la fiesta.

Ay no, estoy muy agotada para fiestas y es ahora cuando me comienzo a arrepentir por haber dejado que me convenciera.

- Mi querida Lu, iré a eso de las siete a tu habitación para escoger un lindo y sensual outfit para ti - Journee me sonríe inocentemente.

- Y yo pasaré por ustedes a las nueve, sean puntuales - nos advierte la rubia.