ϟ Conect-land es un internado masculino, de alta clase. En dónde hijos de familias orientales adineradas, son mandados a aprender modales y a vivir en una sociedad regida por clases sociales.
Aquel año como cualquier otro, el internado da el gusto d...
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El sentimiento de ser una burla y un rechazado, nunca se había impregnado tan fuerte en su piel y en su cerebro, hasta que puso pie en aquel infierno.
De pequeño eran simples bromas sobre su apariencia, de sus harapos viejos y baratos. Solo eran niños jugando e influenciados, por los comentarios de sus mal educados padres. Chistes que no pasaban de eso, chistes inofensivos sin intención de dañar.
Pero ahora que era un adolescente consiente e inteligente, rodeado de gente que no pertenecía a su misma clase. Sabía, que estaba en un mundo donde todo era distinto.
Cuando estudiaba en Corea del Sur, siempre había estado acompañado de muchachos de clase media o de bajos recursos. Pero, ahora que compartía con niños ricos e hijos de políticos. Había entendido que no todas las burlas eran para bien y que algunas, podían traer golpes incluidos.
Cuando llegó al internado, nunca entendió la razón por la que Jungwon siempre le advirtió de aquella clase de gente, hasta que sucedió, hasta que recibió el trato que creían que merecía.
Esa tarde, él se había decidido por completar uno de los trabajos, de uno de los locos de sus maestros de zoología. Tenía que capturar mariposas para su siguiente clase.
Sunoo siempre se había caracterizado por tener un aura tranquila y amable, era un chico que disfrutaba conviviendo con los pequeños placeres de la vida e interactuar con criaturitas inofensivas, era algo que podía calentar el corazón del lindo peli rosa.
Se encontraba con una red área, meneándola en lo largo de los jardines del internado, intentaba conseguir una mariposa de tonalidades rojas conocida como "pavo real" una especie muy común, en la ciudad dónde se encontraba el internado. No era un gran problema, no era tan alto, pero tampoco era bajito. Por lo que podía ser sencillo conseguir una rápida victoria.
Claro, si no fuera porque un ya conocido chico de cabellos azules, se hubiera aproximado con la intención de alejarlo de los patios, que un día fueron exclusivos para él y su familia.
