ϟ Conect-land es un internado masculino, de alta clase. En dónde hijos de familias orientales adineradas, son mandados a aprender modales y a vivir en una sociedad regida por clases sociales.
Aquel año como cualquier otro, el internado da el gusto d...
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Navidad y Año Nuevo. Las festividades se empezaban a acumular y como cada año, varios estudiantes seguían sus costumbres y organizaban eventos dentro del internado.
A diferencia que está vez, no existía un consejo estudiantil que los guiará. Por lo que los estudiantes tuvieron que organizarse para no morir de aburrimiento en navidad. A quien le importaban los estudios si era navidad...
Pues a Jungwon
El patio del internado estaba instalado con una gran cantidad de stands, desde los clubes hasta los candidatos al consejo estudiantil; que aprovechaban para pedir apoyo.
Esa mañana el equipo de Jay, había llegado emocionados y montaron un stand de arte, dónde Jungwon les enseñaba actuación o Jake les dibujaba un auto retrato y también podían comprar los lindos cuadros del mismo.
Pero de repente, a medio día, Yang dejo de ser servicial y saco un libro con la excusa de sus próximos exámenes. Importándole poco que ahora era Sunoo quien corría de un lado al otro, sin saber nada sobre teatro.
— ¿Puedes dejar ese libro por un momento? — Le exigió su querido mejor amigo, él cuál sudaba desenfrenado. — Nosotros ni siquiera somos parte del equipo y hemos trabajado más que tú.
Volvió a reclamar, ganándose un bufido de desinterés por parte de Jungwon. El mayor rodó los ojos y le arrebato el cuaderno, recibiendo una queja.
— Deja las excusas, ponte a trabajar. — Señalo atrás de ellos, dónde se encontraba Jake. — Si no lo ayudamos, nunca nos iremos de aquí.
Observó con los brazos cruzados, como el australiano no era capaz ni de hacer un trazo; había mucha gente a su alrededor y eso lo volvía un cachorro nervioso.
— Se demora 30 minutos en solo presentarse. — Expresó preocupado, pero Jungwon solo lo ignoró y continúo viendo hacia delante.
Sunoo no entendía que le había ocurrido. En la mañana su amigo había estado feliz, con una sonrisa en el rostro y hasta había estado tolerante; con el círculo de payasos que se les acercaron porque según ellos, Jungwon no sabía nada de teatro.
