ϟ Conect-land es un internado masculino, de alta clase. En dónde hijos de familias orientales adineradas, son mandados a aprender modales y a vivir en una sociedad regida por clases sociales.
Aquel año como cualquier otro, el internado da el gusto d...
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Cuando hablamos de personas amantes del chisme, siempre es Ni-ki es el que se destaca entre los demás... Y es por eso, que era muy extraño que el menor del internado, estuviera desactualizado de los recientes acontecimientos de sus amigos.
Y no porque hubiera decidido dejar el chisme, sino porque se tomó una semana más de vacaciones. Por lo que cuando llego al internado, ya todos tenían cierta tensión rara entre ellos, en especial Sunoo y Jungwon.
Eran bastantes notorios con su disgusto por el otro y también pudo deducirlo, después de que Beomgyu le contara que Jungwon le había pedido que cambiaran de camas, porque no soportaba dormir al lado de Sunoo. Por lo general, haría la vista ciega y seguiría con su fachada de adicto a las pantallas... Sin embargo, por primera vez en su vida, su mente comenzó a funcionar.
Ese día cuando llego al internado, en vez de ir y reanudar sus partidas en la sala de computación, se acostó en su cama y empezó a ver sus fotos. Tenía varias que había sacado a escondidas de sus maestros y también de sus amigos, había otras que tenían poses extrañas y las de Jay, donde siempre salía enojado.
Ni-ki se rio, mientras su pantalla se deslizaba hacia abajo y revelaba más de los momentos que había pasado junto a sus compañeros. Ni-ki nunca había sido una persona cariñosa; no obstante, era hijo único, de un millonario que se pasaba viajando por el mundo. Claro que Ni-ki tenía todo... A diferencia de los demás, el no sufría por dinero, ni por problemas familiares. Si quisiera, sería capaz de comprar el internado y su padre lo amaba.
Pero por mucho que lo amara, igual seguía sin estar presente. Ni-ki, no se había dado una semana más de vacaciones porque fuera vago, sino porque coincidió con el regreso de su padre a Japón y pensó que, si se quedaba un poco más de tiempo, tendría la oportunidad de convivir con él. Que equivocado estuvo... No se quejaba, su padre le había regalado una nueva consola con temática de Spider-man, pero hubiera querido que, en vez de un regalo, le regalara algo de tiempo.
Y todo ese tiempo perdido, provoco que Ni-ki tuviera miedo al abandono. Si, por supuesto que él no era el mejor amigo, ni tampoco el ser más empalagoso... Pero si valoraba la atención que sus amigos le daban; no le importaba, mientras tuviera atención, podría soportar que lo vean como un niño inmaduro que solo pensaba en sí mismo. Después de todo, esa era la fachada que había construido para tratar de llamar la atención de su propio padre...
