4~ Chupon

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Se hizo de día y el castaño aprovechó para dormir tranquilamente, dormir en una guerra no era lo mejor.

Cuando terminó de abrir los ojos notó que faltaba algo, faltaba su peli-azul, lo buscó por la casa sin encontrarlo, hasta que finalmente escuchó cómo se abrió la puerta principal y entró el chico que tanto buscaba con unas bolsas.

-Pensé que despertarias hasta que fuera medio día -; Dijo el peli-azul mientras ponía las bolsas en la mesa.

-Me desperté porque no te sentí cerca, solo por eso -.

-Entonces la próxima vez me quedaré a tu lado para que descanses cómo debes -; Le dijo con una ligera sonrisa y negando con la cabeza.

Desayunaron juntos sin mucho problema, y el espartano decidió salir a pasear un rato solo, ya que tenía curiosidad de ver ciertos lugares, más que nada para llevar a su novio después.

Timba no se molestó al respecto y lo dejó irse, él también tenía que salir ya que ya hace unos años había empezado a ir al gimnasio, pero está vez haría ejercicios más leves en lo que sanaban sus muñecas.

Ambos pasaron toda la mañana separados, hasta que llegó la hora del almuerzo, el espartano decidió llevar a su pareja a comer a un nuevo restaurante qué había encontrado.

El oji-gris aceptó sin problemas y después del gimnasio tomó una ducha, se arregló y salió a la dirección asignada.

Era un restaurante sencillo, pero bastante lindo y con muy buena crítica de la comunidad.

Ambos tomaron asiento en frente de una mesa y esperaron a ser atendidos mientras veían los menús.

-Pide lo que quieras, yo pagaré -; Ofreció gentilmente el de ojos verdes.

-Vic, apenas tienes dinero, deja que yo pagué, ¿si? -.

-Tengo suficiente cómo para darle a mi pareja una tarde especial, así que solo ordena y yo me encargó del dinero -.

El peli-azul se resignó a aquello, aunque se conmovió por las palabras del chico.

Poco después llegó una mesera a tomar su orden, pero luego de anotar su pedido, no dejaba de ver al castaño.

-Disculpe señor... ¿Usted de casualidad no fue uno de los soldados que estuvieron en la guerra reciente? -; Preguntó pestañeando lentamente presumiendo sus largas pestañas.

-Si, estuve en la guerra, llevó apenas un día de haber regresado -; Compartió amablemente sin entender aquellas insinuaciones.

-Vaya... Entonces, usted debe ser muy valiente y fuerte~... ¿Aún tiene su uniforme? -.

-Si... Aún lo tengo, está guardado en mi casa -; Respondió ya más incómodo por las primeras palabras.

-Entonces... ¿Qué le parece que está noche me muestre cómo le queda?, me encantaría verlo con uniforme... Y posiblemente sin él~ -.

Se escuchó cómo una silla fue corrida, al voltear a ver notaron que fue el peli-azul quién se levantó y fue a dónde estaba el baño sin decir nada.

-Em... Disculpe señorita, pero no me interesa eso -.

-¿En serio?, yo podría complacerlo un poco está noche... Y muchas noches más~ -; Dijo moviendo sus brazos a manera de hacer resaltar su pecho.

-Soy gay y ya tengo pareja, con permiso -; Respondió algo molestó ante aquel descaro y se levantó para ir al baño.

Allí encontró a su pareja, estaba recostado contra la pared viendo su celular, al parecer también se había lavado la cara ya que la tenía algo mojada.

-Cariño... ¿Qué haces aquí? -.

-¿Se verán está noche? -; Preguntó con una mirada molesta.

El castaño vio un poco sorprendido al chico, nunca lo había visto celoso ya que solía ser muy calmado, incluso no le molestaba que saliera a fiestas o que tuviera amigos y amigas, pero en esa ocasión parecía que no andaba con mucho paciencia.

-Claro que no Timba -.

-No tienes que mentirme, si quieres ir a revolcarte con esa desconocida puedes hacerlo, no me importa -; Dijo fríamente mientras volvía a ver su celular.

-Timba no digas tonterías, no me acostaré con desconocidos -.

-Entonces llama a uno de tus amiguitos, la mitad de ellos te tienen ganas y me lo han dicho -; Dijo con molestia.

-¿Qué estás diciendo ahora? -.

El de orbes plata guardó su teléfono y sin contestar estaba dispuesto a salir, pero fue tomado del hombro y colocado contra la pared, allí el castaño lo terminó de acorralar.

-Escuchame pequeño celoso -.

-No me digas pequeño, tenemos la misma edad y la misma altura, ahora deja que me vaya idiota -; Le interrumpió aun con molestia.

El castaño beso forzosamente al peli-azul, él cual se separó en varias ocasiones con molestia, aunque en una de todos esos intentos logró hacer que le correspondiera.

-Timba... Tu eres el único que me interesa... No te voy a reemplazar por una cualquiera después de que pasé años esperando volver a verte -.

-Perdón... -; Respondió colocando su frente en el hombro del chico, -No se porque reaccione así... Lo siento -.

-No te disculpes, apenas empezó a elogiarme esa mujer debí apartarla -; Le dijo dándole un ligero beso en su cabellera azulada.

Estuvieron en silencio un momento, hasta que el castaño sintió algunas lamidas en su cuello.

-¿Qué estás...? -.

-Solo déjame hacer algo -; Volvió a interrumpir y se enfocó de nuevo en el cuello de su chico, solo daba besos y una que otra lamida.

-Agmh~ -; El castaño se tapó la boca rápidamente, sintió cómo parte de su cuello era succionada de una manera algo brusca. -Mmn~... -.

El peli-azul se separó viendo mejor su creación, le había dejado un chupon al de ojos esmeralda, el cual era bastante notable en aquel cuello ligeramente moreno.

-Ahora sí, ya podemos volver a la mesa... O si quieres podemos quedarnos aquí~ -; Dijo el oji-gris y aprovecho a morderle el lóbulo de la oreja ligeramente.

-T-Timba, aquí no, es un lugar público y cualquiera podría entrar... ¿Y por qué me hiciste un chupon? -.

-Para marcar lo que me pertenece, qué se busque su propio soldado porque yo espere más de 5 años para poder volver a ver al mío -; Dijo abrazando mejor al chico y aspiró el perfume de su chico.

De un momento a otro sintió cómo el oji-verde también empezó a morder y besar su cuello, pero este de una manera un poco más brusca, -No seré el único que saldrá marcado de aquí~ -.

Minutos después salieron, aunque ambos iban con varios chupones y mordidas en el cuello, de no ser por un cliente que quería entrar al baño ellos hubieran tenido su primera vez allí dentro.

Tomaron asiento, de nuevo frente a la mesa que les correspondía, la misma mesera llegó y les sirvió la comida.

-Entonces... ¿Hoy a las 8? -; Preguntó la mujer.

-Hoy no puedo, pero el 31 de Febrero a las 7 estoy disponible -; Dijo con una ceja levantada y volvió a enfocarse en su pareja.

La mesera se retiró molesta y dejó a la pareja, los cuáles sólo compartían miradas entre sí disfrutando de aquella salida que tanto habían deseado después de mucho tiempo separados.

30 Días OTP ~Timbictor~ (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora