30 Días OTP ~Timbictor~ (+18)

22~ Con Vendas

Recién habían pasado dos semanas, semanas en las cuales habían continuado con los preparativos del evento.

En ese momento les habían enviado una gran caja con telas y vendas de distintos colores, estilos y largos. Estas eran muestras gratis que les entregó la costurera a la cuál visitaron para los trajes.

Se encontraban revisando las tonalidades y sí la tela podría ser cómoda, ya que no habría vestidos, ambos usarían un traje con corbata, pero querían que estos tuvieran un aspecto más especial, querían que ese día fuera más original que otras bodas que se habían llevado entre chicos en aquel pueblo.

Con respecto a los rasguños que le había hecho el peli-azul al castaño por su encuentro anterior, esté mismo se encargo de desinfectarlos y de de asegurarse de que sanará correctamente y ahora ya no poseía esas ligeras heridas.

Habían miles de telas que podían llegar a ser muy convincentes, más no estaban muy concentrados, ya que desde hace unos días, había una gran tensión sexual entre ambos.

-¿Y tu qué opinas de esta?, es un poco brillante y no da comezón -.

-No lo sé, me parece un tono de azul demasiado claro, de hecho parece cómo un gris azulado -; Dijo el castaño mientras sacaba otro montón de telas de la caja.

La cama y parte del suelo estaban llenas de estás vendas y telas, ya que eran demasiadas y ya las habían desordenado.

-Eres delicado con los tonos de colores, ¿A ti que color te gusta para tu chaleco? -; Preguntó el peli-azul mientras se quitaba unas telas que el castaño le había tirado encima.

-Me interesa un chaleco verde, así podría usar un saco rojo -.

-Parecerá que me estoy casando con un elfo que le robe a Santa -.

-Y que yo me casaré con un vampiro, que tu solo quieres usar tonos oscuros y grises -.

-Algo me dice que tardaremos en ponernos de acuerdo -.

-Concuerdo, pero seguramente llegaremos a una conclusión que a ambos nos agrade... Por ahora podemos tomar un descanso, que tantos colores ya me están mareando -.

Cuando el espartano dijo esto, volteó a ver a dónde se supone que estaba su pareja, más no lo vio allí ni por algún lado de la habitación.

-Timba... ¿Dónde te metiste, amor? -.

No recibió respuesta, pero su celular vibró en su bolsillo, sacó el teléfono y reviso la notificación, era un mensaje de su novio dónde solamente escribió “Buscame”.

Víctor dio una ligera, le encanta la actitud inmadura de su novio cuando esté andaba de buen humor.

Sabía que el chico no había salido de la habitación, ya que la puerta la habían cerrado desde que empezaron a ver las vendas.

Revisó debajo de la cama, en el armario y bajo el escritorio, más no lo encontraba, hasta que escuchó una ligera risa debajo de la misma montaña de telas.

-Jhm... Dónde estará mi Timba... -; Decía claramente fingiendo mientras se acercaba a la cama.

Metió su mano de golpe y logró atrapar la pierna de su pareja, antes de poder terminar de sacarlo, una avalancha de telas le cayó encima y terminó tirado en el suelo bajó todas esas vendas.

-¡No me atraparas con vida! -; Grito el peli-azul con un tono infantil y salió corriendo de la habitación entre risas inocentes.

Y sí, así solía ser el peli-azul, lo cuál adoraba el castaño, hace días que no actuaba así por el estrés de la preparación y que su prometido recuperará esa actitud, simplemente lo relajó y alegró a la vez.